E. LEAGUE | BETIS 0 (1) - M. UNITED 1 (5) / Rashford castiga al Betis

Un golazo del atacante inglés tira al traste la esperanza de un Betis con más corazón que fútbol. Juanmi tuvo opciones de alargar el sueño de la remontada, pero reinó De Gea.

Daniel Lagos
As
El Betis se despidió de la Europa League con una lección de orgullo que no fue suficiente para tumbar el fútbol del Manchester United. El equipo de Pellegrini tiró de garra para afrontar el reto de dar la vuelta al 4-1 de la ida y se topó con una ineficacia que fue definitiva a la hora de agarrarse a ese sueño casi imposible. Tuvo de su lado a una afición incansable. Tuvo de su lado un puñado de ocasiones en un primer tiempo vibrante que no se tradujeron en ese elemento tan indispensable en el fútbol. Y cuando Rashford ejecutó a Rui Silva, esa esperanza infinita desapareció. Fue una despedida llena de dignidad y corazón. Las distancias son aún inmensas. Y sueña este Betis con reducirlas en el futuro.

El plan de Pellegrini se apoyó en una presión intensa a la que el United respondió con atrevimiento. El escenario permitió espacios y quizás el Betis lo agradeció. Una recuperación en tres cuartos permitió que Ayoze sirviera un pase preciso al espacio para que Juanmi desafiara por primera vez a De Gea y cruzara su disparo en demasía. Esa ocasión de oro impulsó a la afición del Villamarín y al propio equipo de Pellegrini, deseoso de golpear primero en esa batalla de nervios. Tembló por momentos el United, que reflejaba carencias en cada aparición de Maguire. Joaquín encontró vía libre en plena efervescencia bética y lanzó un misil que obligó a una intervención meritoria de De Gea para evitar el 1-0. Creía el Betis. Pero el reloj iba en su contra.

El equipo de Ten Hag trató de templar el duelo. Casemiro le puso pausa y Rashford amenazó a Sabaly en cada aparición. El United no quería revolución. Heliópolis ansiaba un estado de locura sobre el césped. En esa aparente calma, Bruno Fernandes probó su disparo desde la lejanía y Pellistri insistió en ser siempre vertical. Parecía tomarse un respiro el Betis antes de arriesgar más. El 4-1 lo condicionaba todo. Un pase magistral entre líneas de Aitor Ruibal entregó a Juanmi la posibilidad de redimirse ante De Gea. Pero esta vez se topó con una buena mano del guardameta español. Sin el gol de la esperanza, crecía la desesperación. Antes del descanso, Juanmi estrelló otro disparo en el cuerpo de Maguire tras otra carrera de ímpetu firmada por Sabaly. Había más tensión que fútbol. Y también el United tuvo su instante al toparse con el poste derecho de Rui Silva tras el enésimo intento de Pellistri.

Salió el Betis con las mismas ganas y un punto más de atrevimiento. Joaquín estiró sus ansias e impulsó un brillante tramo de juego verdiblanco. Ayoze se topó con De Gea y Rashford se encontró con una intervención notable de Rui Silva. El intercambio de golpes ya era inevitable. El propio Rashford erró una clara ocasión en el área bética, pero a la tercera el inglés lanzó un misil imparable para Rui Silva que minimizó cualquier sueño de épica. La historia terminó ahí. Aunque quizás ya había terminado una semana atrás.

El tramo final desencadenó otros ritmos y otros propósitos. Los cambios variaron ambos bandos y las intensidades ya no se asemejaron a las del inicio. El Betis quería cerrar este envite sin más daños. El United amplió sus alas a sabiendas que la ocasión ya permitía algún divertimento. Borja Iglesias regaló la enésima opción para Juanmi, pero el malagueño demostró que no era su tarde. El Villamarín agradeció esfuerzos y Pellegrini mira de reojo a un futuro repleto de interrogantes y, sobre todo, de ilusiones renovadas pese a este caos europeo. Los de Pellegrini se quedan de nuevo a las puertas de los cuartos de final. Jugar estos duelos parecía un sueño hace varias temporadas. Optar a ganarlos se convierte en el desafío del futuro inminente.

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