Cumbre de la FIFA: los “interminables” minutos de descuento del Mundial, una idea que llegó para quedarse
En la reunión de Londres, se tomó nota de que el tiempo añadido por lesiones, suplencias, tiempo perdido y celebraciones será parte del futuro cercano
Durante la reunión anual de la IFAB en Londres -que involucra a la FIFA y las cuatro federaciones británicas- también se tomaron en cuenta la controversia por el brazalete contra la discriminación con la frase “One Love” que les causó problemas en Qatar.
El presidente de la FIFA, Gianni Infantino, y el director ejecutivo de la federación inglesa Mark Bullingham, reconocieron que deberán resolver el problema del brazalete antes de la Copa Mundial femenina que comenzará en julio. Los anfitriones Australia y Nueva Zelanda seguramente no tendrán ninguna objeción.
Durante el pasado Mundial cinco minutos adicionales en cada mitad se volvió rutinario para los árbitros que siguieron las instrucciones de la FIFA y algunos encuentros se extendieron por 10 minutos, además de los 90 regulatorios.
“Fue apreciado por todos. Queremos luchar contra la pérdida de tiempo, queremos que los aficionados disfruten el juego”, indicó Gianni Infantino, en conferencia de prensa con la IFAB.
Infantino aseguró que las reglas del fútbol necesitan cambiar debido a que requieren que el tiempo añadido sea calculado de manera precisa. “Debemos asegurar que la aplicación de las leyes del juego sean universales”, advirtió el presidente de la FIFA y señaló que en este momento son inconsistentes debido a que el tiempo de juego efectivo en las ligas en todo el mundo va de 50 a 60 minutos.
“Le daremos seguimiento a nivel mundial” para asegurar que se dispute el tiempo añadido correcto, indicó Infantino, aunque agregó: “No creo que haya ninguna medida de coerción que se pueda aplicar”.
Que los árbitros añadieran el tiempo completo de juego tras detener el reloj por lesiones “eliminó el incentivo para que los jugadores se quedaran tendidos más tiempo del necesario”, comentó Bullingham.
En el encuentro se acordó que no tienen intención de frenar las celebraciones de gol. “Son esenciales para disfrutar el fútbol”, recordó Patrick Nelson de la Federación de Irlanda del Norte. “Pero igualmente si eres el equipo que acaba de recibir un gol, quieres asegurar que se agregue ese tiempo”.
La FIFA y los oficiales del fútbol británico siguen sin llegar a un acuerdo sobre la situación de jugadores bajo sospecha de conmoción. La IFAB continuará realizando pruebas sobre suplencias permanentes de jugadores con lesiones en la cabeza -la opción deseada de la FIFA- en lugar de los reemplazos temporales.
Ya ocurrió en el Mundial. El primer tiempo del partido entre Inglaterra e Irán pareció no terminar nunca. Cuando llegó al minuto 45, las pantallas del estadio Ahmad bin Ali anunciaron 14 más de tiempo añadido. Y ahí se detuvo el cronómetro público. Casi un cuarto de hora sin referencias ni para el público ni para los jugadores de cuándo podría terminar aquello.
En el partido inaugural, Qatar-Ecuador, se agregaron 10 minutos, 12 en el Senegal Países Bajos, 14 en el Estados Unidos-Gales, y 10 más en el segundo tiempo del Inglaterra-Irán. En total, 60 minutos extras en los cuatro primeros encuentros, un cuarto de hora de promedio. Así seguirá siendo a lo largo del torneo, y no se puede decir que no hayan avisado.
“No pararemos el reloj. Las leyes son universales y deben ser universalmente aceptadas. Queremos luchar contras las pérdidas de tiempo. En el Mundial explicamos nuestra preocupación al respecto, pero no cambiaremos las reglas”, comentó Infantino, este sábado.
Días antes de la cita máxima, Pierluigi Collina, presidente de la Comisión de Árbitros de la FIFA, compareció en Doha para anunciar los planes de su gremio para este Mundial. “Esperen partidos de 100 minutos”, anunció. Los organismos rectores llevan años preocupados por el tiempo efectivo de juego. La IFAB también se estudió el fenómeno, e introdujo modificaciones para aligerar las detenciones, como que los futbolistas sustituidos abandonen el campo por el punto que tengan más cerca.
Y a partir de ahora, de modo oficial, empieza una nueva era.