Contacto Riquelme-Martino: ¿qué falta para que sea el DT de Boca?

El Xeneize ya inició las charlas formales por el Tata. Los puntos que el entrenador quiere analizar antes de aceptar...

Sergio Maffei, Olé

Es el elegido. El apuntado. Y, para Juan Román Riquelme, el indicado para afrontar la última Copa Libertadores antes de las próximas elecciones en el club. Por eso, consumada la salida de Hugo Ibarra, el vice y el Consejo no perdieron tiempo. Y fueron a la carga por Gerardo Martino, con quien Román ya tuvo el primer contacto formal. Así, dio comienzo a las negociaciones para que sea el nuevo DT de Boca.


Si bien ya habían tenido una señal de que el Tata estaba dispuesto a aceptar la chance de dirigir al Xeneize (por esa razón el Consejo avanzó en el despido de Ibarra), el primer encuentro formal con el ex entrenador de la Selección Argentina se espera para estas horas. De todos modos, la gestión ya está en marcha. Incluso, Román ya tiene preparada la propuesta económica y futbolística (esto tiene varios ítems, entre ellos la duración del contrato).

Justamente, son dos puntos esenciales para el acuerdo. Lo económico siempre talla porque el Tata, se entiende, es un DT cotizado. De amplia carrera, viene de dirigir un Mundial con la selección mexicana. Y su salario estará bastante más lejos de los que Boca les venía pagando a sus entrenadores, los últimos dos, hombres que ya trabajaban en el club y a quienes les hicieron ajustes por dirigir Primera. Sin embargo, este ítem no parece ser un problema. Sobre todo, porque esta vez hay una decisión política de contratar un entrenador hecho y derecho como Martino.

Sin embargo, lo sustancial tiene que ver primero con la duración del vínculo en particular y después, con el proyecto en general, ya que el modus operandi del Consejo en este tiempo, su nivel de influencia en lo futbolístico, ese modo joystick con el que manejó a los últimos dos entrenadores, no es compatible con las formas de un técnico de la trayectoria del Tata, que tiene otra autonomía y que trabaja bajo la modalidad de autogestión. Eso, entonces, es un aspecto que el DT está interesado en escuchar y también en marcar, como pauta de convivencia.

Martino está en Rosario, donde en este tiempo fue a ver a Newell's de local, club con el que está identificado. (Juan José García)Martino está en Rosario, donde en este tiempo fue a ver a Newell's de local, club con el que está identificado. (Juan José García)

El otro punto que preocupa a Martino es, justamente, el año político al que se refirieron Riquelme y hasta el propio Ibarra en este tiempo. Por empezar, eso tiene relación directa con la duración de su contrato. Como hay elecciones a fin de año, en principio su vínculo no podrá ser más allá de diciembre. Por eso, habrá que establecer algún tipo de cláusula para una continuidad del DT en el 2024 en el caso de que esta conducción siga al frente del club (o una parte de ella, porque todavía no sabe si habrá una lista con Román a la cabeza y otra con Jorge Ameal, señales de un gobierno fracturado).

Por todo, no es un contrato sencillo. Y todas estas son cuestiones a resolver cuanto antes con el Tata, quien no quiere llegar finalmente a Boca como escudo protector en un año eleccionario, sino por la plena convicción de que es el entrenador capacitado para cambiar el rumbo futbolístico del club en todo sentido, ya que el Consejo venía recurriendo hasta ahora a entrenadores de la casa.

Los refuerzos

Otro punto central que el Tata también quiere tocar es el posible rearmado del plantel en mitad de año, sobre todo para encargar la fase decisiva de la Copa Libertadores. Los octavos arrancarán recién a fines de julio, por lo cual, teniendo en cuenta que Boca tiene un grupo accesible (Colo Colo, Monagas y Deportivo Pereira), la expectativa de reforzar el equipo para encarar el tramo más decisivo, no es un detalle menor. Sobre todo, porque Martino es consciente de que es el gran objetivo gran del Xeneize desde hace 16 años....

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