Camavinga se dispara
El francés ha cambiado su sino y de sus 26 titularidades, 18 han llegado en los últimos 19 partidos. Su valor de mercado sube y la guinda ha sido el parón, que le refuerza con Francia.
En la Supercopa, Camavinga veía cómo, tras un primer tiempo con titubeos (y una amarilla en semifinales), Ancelotti optaba por dejarse en el banquillo tras ser titular. Era la sexta y la séptima ocasión en la que chocaba contra el mismo muro. No ha habido octava. Desde entonces, tras sumar ocho titularidades entre todas las competiciones, ha disparado su cifra global hasta las 26. 18 en los últimos 19 partidos. Después del Mundial, a quien se le atraganta la regularidad es a su compatriota Tchouameni.
Sin ir más lejos, el cinco contra el Liverpool y en los últimos Clásicos ha sido un Camavinga que en minutaje ya domina la batalla: 2.410′ frente a 1.874′; ayudado por su físico de acero que le ha hecho esquivar la enfermería esta temporada (Tchouameni se ha perdido nueve partidos por dos lesiones musculares y una gripe). En su cara a cara particular, Aurélien promedia más interceptaciones (1,63 por cada 90′ a 0,82) y recibe menos amarillas por partido (0,14 contra 0,26); mientras que Eduardo domina el duelo en recuperaciones (6,3 a 5,7), duelos ganados (8,2 a 6,4), faltas cometidas (1,61 a 1,63) o faltas forzadas (2,8 a 1,4). El fútbol vigoroso de Camavinga, en estos momentos, se impone a un Tchouameni que está pasando demasiado de puntillas a su regreso de Qatar. El cinco del Real Madrid de las noches grandes es ya Camavinga.
“El centinela”
Además, el ex del Rennes ha desarrollado la polivalencia como lateral izquierdo cuyos primeros trazó deslizó Deschamps en Qatar, potenció Ancelotti en momentos de urgencia y mantiene el seleccionador galo. O mantenía, porque si ha acudido a la convocatoria con Les Bleus como ‘3′ de guardia, como recambio de Theo, en el segundo duelo del parón fue el elegido como mediocentro para disputar los 90 minutos. Ante Países Bajos, el titular fue Tchouameni, pero Deschamps dejó claro frente a los de la isla Esmeralda que Cama no anda lejos en su lista de preferencias y este coronó la oportunidad siendo de las notas más positivas en la plana victoria de los finalistas del Mundial.
Pavard marcó el único tanto del partido (0-1) y Maignan fue el héroe, pero del centro del campo en adelante, la nota más positiva fue Camavinga. Enlazó estupendamente la defensa y el ataque, aportó ese plus enérgico para la recuperación y la presión y aportó calma en la salida con algún recorte de veterano y algún regate marca de la casa. “¿Lateral izquierdo? No. Instalado en la posición de centinela, el madridista fue uno de los pocos en la primera parte en poner algo de intensidad en los duelos y un poco de velocidad en las transiciones. Se liberó técnicamente un poco más en la segunda parte, en la que fue un interior fiable y creativo. En este encuentro, sumó puntos en su competencia con Aurélien Tchouameni”. Así resumía L’Équipe su actuación, único futbolista que, con un 6, superó el aprobado entre los centrocampistas y los delanteros franceses (Griezmann, un 4; Mbappé, un 3...). El centinela se marchó al parón en dinámica alcista y regresará a Madrid aún más reforzado.