Camavinga está listo

El francés empuja, pero Kroos, Modric y Valverde sufren en un Madrid que pareció exhausto en el Clásico. Como ‘cinco’, Camavinga ha dejado a Tchouameni en un segundísimo plano.

Carlos Forjanes
As
La energía ni se crea ni se destruye, pero la ‘eneryía’ (en términos ancelottianos) se agota. El Madrid evidenció en este Clásico que las baterías no están ahora mismo para recargas ultrarrápidas. El 1-0 al Liverpool el pasado miércoles exigió un dispendio calórico para evitar disgustos y las reservas en el Camp Nou le fallaron a Kroos, Valverde y quizá en menor medida Modric. El único que desplegó su rendimiento energético habitual sin caídas de tensión fue Camavinga.

El francés despejó cualquier atisbo de duda sobre su funcionalidad como cinco del equipo aunque Deschamps se lo lleva ahora con Francia... como lateral izquierdo. Aunque el seleccionador francés parece que se ha quedado en un capítulo anterior de esta película, para Ancelotti es una preocupación menos. Tchouameni ha quedado en un segundísimo plano del que ni el peso del coste de su fichaje puede sacarle ahora mismo.

Camavinga pugna con Koundé por un balón en el Clásico.
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Camavinga pugna con Koundé por un balón en el Clásico. NACHO DOCEREUTERS

Camavinga también sale de este Clásico con otra asignatura personal recuperada, la de las faltas por desubicación y precipitación que le costaban tarjetas. Aunque aún sigue siendo casi insultantemente joven (20 años), ha mejorado en la toma de decisiones. Y más en partidos donde cargarse con un tarjeta es atarse una losa al cuello. En los 180 minutos contra el Liverpool no fue amonestado, tampoco en los 120 del derbi de cuartos de final de Copa, ni en los 90 minutos del Clásico de ida de semifinales coperas. Es un minipunto para Carletto.

El adiós virtual a esta Liga aligerará de esfuerzos en fin de semana no sólo a Kroos, Modric y Valverde (el Halcón lleva aleteando casi sin poder parar en todo 2023, sólo media parte contra el Cacereño y en el 2-0 al Valencia). También a Benzema, sin ritmo y con pequeños palos en las ruedas (un golpe en el tobillo y otro en la tibia) que harán dar más presencia a Álvaro Rodríguez. Para el Madrid la temporada se reduce a seis partidos (la vuelta de semifinales de Copa y los potenciales cinco en Champions) y Camavinga no puede empujar solo.

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