Barcelona y Atlético desinflan al Madrid que amedrenta a Europa
El poderío que exhibe en la Champions choca con su lejanía del liderato en LaLiga, la derrota en semifinales de la Copa y que en el derbi apenas llegó al empate
El Real Madrid necesita la música de la Champions. Es una realidad, no una de esas leyendas que rodean al club de las 14 coronas continentales. Hace una semana, el mundo se rendía y se asombraba de un equipo que en un escenario como Anfield fue capaz de convertir un 2-0 en contra en una poderosa exhibición y casi todo el billete sacado para los cuartos.
Una semana después, el fuego encendido en Anfield por los de Ancelotti parece apagado después de cruzarse con sus dos grandes rivales domésticos, Atlético de Madrid y Barcelona.
El sábado fue un empate ante los de Simeone, edulcorado por la derrota del Barça en Almería y excusado con el esfuerzo realizado ante los del Klopp. Pero la derrota frente al Barcelona careció de agarraderas para los blancos. La motivación, como explicó Ancelotti en la previa del partido, era máxima porque era una semifinal y el título se huele. El rival llegaba con el peso de una derrota inesperada y con bajas de gran calado, casos de Lewandowski, Pedri y Dembélé. Y ante ese escenario, el Madrid se va al Camp Nou con una derrota y la obligación de ganar para estar el 6 de mayo en La Cartuja.
Dijo Ancelotti tras el partido que estaba satisfecho y que si si equipo repetía el mismo partido en el Camp Nou se veía en la final. Una manera de ver el vaso medio lleno, una media verdad. Porque el Madrid suma dos partidos sin la contundencia en el área rival que pasea por Europa. Y sin eso es muy complicado alcanzar las grandes cotas.
Las sensaciones dejadas por los de Ancelotti en estos dos partidos después de la goleada en Liverpool intensifican la impresión de que toda la carne que tiene el Madrid va a ser puesta, una vez más, en ganar la Champions.
Es una apuesta que para otros podría verse como una locura, pero en la Casa Blanca es algo que ha sucedido tantas veces que nadie puede catalogarlo como una ruleta rusa.
Además del peso de la derrota en una semifinal, el Madrid dejó anoche la sensación de que su capacidad de hacer daño no tiene nada que ver a la que muestra en Europa. Un partido sin remates a puerta del Real Madrid es un dato tan demoledor como extraordinario.
Sin los acordes de la Champions, el Madrid es otro. La mirada blanca está cada vez más fija en Estambul y en esa final del próximo 10 de junio.
La vida de Ancelotti
El todo a la Champions es un camino que Ancelotti ha recorrido muchas veces. Las dos que ganó como jugador en el Milan (1989 y 1990) fueron en temporadas en las que la Serie A y la Coppa de Italia no quisieron saber nada en clave rossonera. En la primera, acabó a 12 puntos del Inter y en la segunda se mantuvo en la lucha hasta el final, pero la cedió por dos puntos ante el Nápoles de Maradona. En la Coppa se la pegó en 1989 (adió en la segunda fase de grupos) y fue finalista un año después, cayendo ante la Juventus.
Como entrenador, Ancelotti llevó dos veces la Champions al número 3 de la milanesa Via Filippo Turati: 2003 y 2007. Tercero y a 11 puntos de la Juventus fue el Milan en la 02-03; cuatro años después fue cuarto, a 36 del Inter, de los que 15 fueron por una sanción administrativa. Fue campeón de Copa en 2003 y en 2007 cayó en semis.
Lo vivido la pasada temporada, con el doblete Liga-Champions, fue una experiencia nueva para un Ancelotti que en su primera temporada en el Madrid (2013-14) no anduvo lejos del ansiado triplete en la Casa Blanca. Le faltó una Liga en la que su equipo no fue capaz de engancharse cuando Barcelona y Atlético de Madrid (campeón) el dieron opciones para hacerlo. Desde marzo el foco se había centrado en Copa y Champions, y los dos títulos acabaron en el museo blanco.
En la 2014-15, el Madrid se despidió de la Copa en enero, peleó la Liga al Barcelona hasta que en la jornada 36 resbaló en casa (2-2, ante el Valencia) y la Champions se le escapó en semifinales ante la Juventus de un Morata que marcó en Turín y en Madrid.
Ahora, el Real Madrid afronta el tramo decisivo en mala posición en LaLiga y en la Copa, pero sembrando el pánico cuando suena la música de la Champions.
