Alonso incendia Bahréin

El bicampeón lidera los segundos libres con 0.169 de ventaja sobre Verstappen y Pérez. Sainz, 14º, tuvo tráfico en su vuelta. El Red Bull aún parece la referencia.

Jesús Balseiro

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Pasan los kilómetros, se acerca la clasificación del GP de Bahréin y el Aston Martin de Fernando Alonso sigue delante y se confirma como una de las referencias en este inicio de temporada. Los que hace una semana decían que solo son test ahora repetirán que solo son entrenamientos libres, que se desconocen las cargas de combustible del resto de pilotos, que quizás alguien se reserve algo. ¿Acaso un ingeniero le va a quitar a su piloto una vuelta de prestaciones puras en el único ensayo general posible para la Q3? Con el AMR23 hay que recurrir a eso de que si anda como un pato, vuela como un pato y canta como un pato, probablemente sea un pato. Y en este caso, quien dice pato dice coche de podios. Fernando lideró los segundos libres en Sakhir y son vinculantes, porque la pista emula las condiciones del sábado y el domingo.

Los dos Red Bull le siguen a la zaga a una vuelta (décima y media) y en ritmo de carrera (ahí está más disputado), pero a estas alturas de la película sería un mal menor que el Aston Martin perdiera un pulso contra el RB19 si se lo gana a todos los demás. También ayuda ver delante a Stroll (6º, 0.543) después de perderse los test de pretemporada y sin apenas experiencia al volante de su nueva máquina. Verstappen se quedó a 0.169 del español y Pérez, a 0.171. Se puede decir que los dos pilotos de Milton Keynes calcaron el tiempo. El Ferrari acabó a cuatro décimas en manos de Leclerc y la referencia temporal parece creíble. Falta Sainz, que tuvo tráfico en su vuelta y cayó a la 14ª posición. El resto de la jornada, el madrileño anduvo algo descolgado con respecto a su compañero. Hay que afinar el SF-23.

El quinto de Hulkenberg desluce la tabla de tiempos, porque si el Haas se planta tan adelante quiere decir que no todos han enseñado lo que tenían. Se puede esperar mucho de los motores Ferrari este fin de semana, la mejora de potencia en la casa de Maranello es importante, pero de ahí a colarse en el top-5 de la tabla de tiempos hay un trecho. Mientras tanto, empieza a asomarse el Alpine (Gasly, 7º) y Mercedes sigue sin levantar cabeza. Hamilton fue 8º y Russell se quedó a casi un segundo del coche cliente, el Aston Martin. Al fondo de la parrilla no hay sorpresa, Williams y Alpha Tauri se disputan el farolillo rojo.

El mejor coche de Alonso desde 2013

¿Y ahora qué? La clasificación pondrá a cada uno en su lugar, aunque el circuito de Bahréin es específico (tren trasero, más tracción que potencia) y parece potenciar las virtudes del AMR23, que no son pocas. Falta encender los motores a pleno rendimiento, aunque no debería haber diferencias enormes. El tiempo de Alonso en estos entrenamientos libres (1:30.907) no mejora lo que hizo Pérez en los test (1:30.305), aunque el mexicano montó un compuesto C4 que no se utiliza durante el gran premio y que es hasta seis décimas más rápido. Por buscar atenuantes y quitar peso a lo que sucedió este viernes en Sakhir, Fernando es de los que saca el 95% del coche en sus primeros intentos, mientras que otros pilotos construyen la vuelta a lo largo del fin de semana. Red Bull llegará y debe estar delante, no cabe duda.

Pero visto lo visto, Alonso luchará por el top-5 de la parrilla. Quizás el top-3. El ritmo de carrera se mantiene tan prometedor como se vio en la pretemporada. El que quiera, que se ilusione con lo que puede dar de sí el primer fin de semana del curso 2023. Entre conclusiones precipitadas, una realidad: el asturiano pilota su mejor coche en diez años, desde aquel Ferrari de 2013 con el que logró su última victoria en la Fórmula 1.