Tras las multitudinarias protestas, Le Pen anunció una moción de censura contra Macron por la reforma de las pensiones
La líder ultraderechista busca “un referéndum parlamentario”. El artículo del plan que provocó masivas protestas en Francia establece el aumento de la edad mínima de jubilación de 62 a 64 años
Le Pen, en declaraciones a la prensa, explicó que la presentación de la moción por su partido Agrupación Nacional (RN) busca “un referéndum parlamentario” sobre el proyecto, visto sobre todo que la lentitud de los debates parlamentarios puede hacer imposible votar el artículo 7 del proyecto legislativo.
Ese artículo, que establece el aumento de la edad mínima de jubilación de 62 a 64 años, es considerado el más importante de la reforma.
Sin embargo, esta tarde los diputados tenían que discutir aún cerca de 13.800 enmiendas al proyecto legislativo, lo que hace más que improbable que el texto pueda verse con detalle antes de la noche del viernes, 17, cuando concluye el plazo constitucional para que la propuesta del Ejecutivo pase de la Asamblea Nacional al Senado.
El anuncio de Le Pen tuvo lugar un día antes de una nueva jornada de protestas y manifestaciones en toda Francia, la quinta en menos de un mes, contra el proyecto del gobierno, para la que los sindicatos esperan una movilización algo menor que en las anteriores.
Los líderes de los principales sindicatos tienen previsto participar en una manifestación en Albi, una pequeña ciudad histórica del sureste de Francia, para recalcar que el movimiento de protesta es de dimensión nacional -con unas 200 marchas y concentraciones previstas para mañana, jueves- y no es algo exclusivamente parisino.
Hace unas semanas, a primera ministra francesa, Élisabeth Borne, insistió en que el retraso de la edad mínima de jubilación y el aumento a 43 años del periodo de cotización para tener la pensión completa son ya algo innegociable, a pesar del descontento y las protestas sociales.
“No, eso ya no es negociable”, respondió tajante Borne en una entrevista publicada por la emisora France Info, porque “es necesario para asegurar el equilibrio del sistema”.
Borne también recalcó, frente al descontento y las críticas que suscita la reforma, que el Gobierno ha oído “muchas inexactitudes” e informaciones falsas. En concreto, rechazó que los cambios vayan a perjudicar especialmente a las francesas (más afectadas por las interrupciones de carrera) y reivindicó que “dos tercios” de los jubilados que se van a beneficiar de una revalorización por la subida de las pensiones mínimas son precisamente mujeres.
También recordó que el tope de los 67 años para disfrutar de la pensión completa -independientemente de los años cotizados- es un parámetro que el Gobierno no contempla cambiar.
La reforma también propone acabar con los regímenes especiales de jubilación, más ventajosos que el del sistema general y utilizados en muchas ocasiones por empresas del sector público, como la eléctrica estatal EDF.
La opinión pública francesa está mayoritariamente contra la reforma y esa opinión se ha ido reforzando en los últimos días. El instituto demoscópico Elabe publicó esta semana una nueva encuesta, según la cual se opone a ella un 72% de los preguntados, seis puntos más que hace una semana.