NBA | BUCKS 104 - 101 SUNS / Los Suns, llamando a Durant

Los Suns cayeron ante unos Bucks sin Giannis en un partido decidido al final, por pequeños detalles y con un hecho innegable: necesitan a Kevin Durant.

Alberto Clemente
As
Esperando a Durant. Llamando a Durant. Deseando a Durant. Así andan los Suns, que quieren que su flamante fichaje se incorpore finalmente en pista. De momento, sigue en el banquillo y se espera que su debut con su nueva camiseta, la cuarta que vestirá en su carrera en la NBA, tenga lugar la semana que viene. Hasta entonces, los Suns deberán aprender a gestionarse con una rotación ya de por sí corta y un juego más predecible, al menos mientras el balón no pase más por las manos de DeAndre Ayton en los finales de partido y Devin Booker sea el que asuma el protagonismo e intente inclinar la balanza. Como el que ha habido en Milwaukee, con los Bucks llevándose una gran victoria en su intento de suplantar a los Celtics en lo más alto de la Conferencia Este (43-17, a media victoria de los verdes). Y sin Giannis Antetokounmpo, lo que aumenta el mérito de lo conseguido.

La igualdad fue titánica en un partido en el que ningún cuarto se decidió por más de 7 puntos de diferencia y en el que los 11 puntos de ventaja que llegaron a manejar los Bucks fueron la máxima del partido. Mucha pelea, mucho rebote (54-65 para los Suns) y un gran final: a 3:11 el resultado era de 96-96. Tras ello, un tiro libre para Brook Lopez, dos para Chris Paul, un triple de Jrue Holiday y una buena canasta de un Devin Booker que es lo más cercano, con permiso de Jayson Tatum, a Kobe Bryant que hay en la actual NBA. Con 100-100 la cosa se puso interesante: acierto de Lopez, pérdida de Booker y uno de dos para Joe Ingles desde la personal. Parecía que el balón era entonces para los Suns, pero tocó Terrence Ross y fue para los locales. Jrue holiday también anotaba uno de dos, pero Devin Booker sacaba tres tiros libres y estuvo apunto, además, de meter el triple. Anotando los dos primeros y tirando a fallar el último habría opción. Pero falló el primero. Metió el segundo y erró el tercero, pero la suerte estaba echada. Rebote de Lopez. Y adiós.

Hubo mucha intensidad, mucho físico y malos porcentajes, pero cosas muy positivas. El sobreexplotado quinteto de los Suns llegó hasta donde llegó, con unas fuerzas también escasas al final. Fueron casi 40 minutos para Paul, camino de los 38 años, para 18 puntos, 5 rebotes y 7 asistencias. Booker, con 38 minutos, se fue a 24+4+8. Ayton, con 35, hizo 22+11. Demasiado usados, demasiado tiempo en pista y un desgaste claro que se notó en un final peor gestionado y en el que serán menos vulnerables cuando aparezca un Durant que de más opciones a la ofensiva y que levite por la pista en su forma habitual. Paul y Booker acumularon demasiado tiempo el balón y 8 de las 12 pérdidas de su equipo de forma combinada. Y los Suns pierden la oportunidad de acercarse a los Kings en el tercer puesto de la Conferencia Oeste. Otra vez: llamando a Durant.

Los Bucks funcionaron muy bien, estuvieron envalentonados por el público del Fiserv Forum y supieron ayudarse de su ímpetu para sacar el partido por actitud, aunque especulando mucho en los tiros libres (15 de 21 por 13 de 22 de los Suns, también mal en este tema). No jugó Giannis, pero Jrue Holiday fue el mejor: 33 puntos, 4 rebotes y 5 asistencias. Y 22+13 de Brook Lopez, a lo que hay que añadir 11+10+6 de un Khris Middleton que estuvo en todo. Giannis se dedicó a animar a los suyos desde el banquillo en un partido que cumplió las expectativas sin él y que sirve como reedición de las Finales de 2021. Entonces, Jae Crowder estaba en Suns. Hoy, con los Bucks, se ha ido a 7 puntos. En un partido malo desde el punto de vista baloncestístico, pero emocionante y muy peleado. Ahora solo falta la joya de la corona que nos anime cuando jueguen los Suns: Kevin Durant. Estamos deseando verle. 

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