Manchester City afronta un futuro incierto tras las irregularidades financieras de las que se lo acusa
El club en el que juegan Julián Álvarez y Máximo Perrone está bajo investigación y se expone a medidas deportivas retroactivas
La Premier League provocó un cataclismo al anunciar que encargará a una comisión independiente examinará si el City cometió más de un centenar de infracciones a las reglas financieras entre 2009 y 2018, tal como sospecha el organizador del campeonato inglés. El club del norte de Inglaterra fue acusado, además, de no haber cooperado con las autoridades de la liga británica en sus investigaciones preliminares.
Reconocido como el club más rico hace un mes por el gabinete Deloitte, el City se mostró confiado, asegurando que tiene “pruebas irrefutables” que demostrarían que las sospechas de irregularidades son infundadas. No obstante, no es la primera vez que la entidad se encuentra inmersa en un caso semejante, pero hasta ahora siempre salió airoso. Sin embargo, podría convertirse en el chivo expiatorio de los desfases en el mundo del fútbol que muchos denuncian.
El club en el que juegan los argentinos Julián Álvarez y Máximo Perrone ya fue sancionado en 2014 con una multa de 60 millones de euros por no haber respetado el ‘fair-play’ financiero de la UEFA. En 2020, estuvo cerca de quedar suspendido durante dos años de las competiciones europeas, aunque finalmente el Tribunal Arbitral del Deporte (TAS) invalidó la sanción impuesta por la UEFA por el mismo motivo. El año pasado, el entrenador Pep Guardiola ya fue muy claro cuando aseguró que abandonaría el club si se demuestra que sus dirigentes le mintieron. Tantas razones que el diario The Times escribió este martes que el City actuó “a escala industrial”.
“Si todo ello se demuestra, la sanción que se aplicará deberá disuadir a todos aquellos que traten de seguir el modelo desarrollado por el City”, escribió Henry Winter, un reconocido columnista del diario. Esta investigación, por lo tanto, debería situarse en un contexto más global que protegería al City y que pone a la Premier League en una situación incómoda, según sostiene Simon Chadwick, profesor en economía y geopolítica deportivas en la SKEMA Business School de París. Según este especialista, el gobierno británico está a punto de publicar un libro blanco con el fin de apoyar la creación de un regulador independiente en el fútbol.
”La Premier League se opone”, aseguró a la BBC el experto Kieran Maguire, para quien el organizador del campeonato “quiere demostrar a todo el mundo que es capaz de mantener el orden en casa”. Resume Chadwick: ”La Premier League se encuentra entre la espada y la pared”. Y contextualiza: “Está presionada por el gobierno para aumentar el control en materia de financiación y gobernanza, pero a la vez es plenamente consciente que el Gobierno la obliga a hacer el trabajo sucio”.
Si la amenaza de un descenso administrativo o de una exclusión del campeonato parece extrema, este economista cree que la salida probable de este espinoso asunto sería un compromiso que está lejos de ver el día, puesto que la Premier League no tiene ningún interés en dispararse en el pie, sancionando duramente a uno de sus más fieles embajadores por todo el mundo.
”Durante este período económico tan delicado, más aún después del Brexit, el gobierno británico y la Premier League no pueden permitirse desdeñar a potenciales inversores extranjeros” y “aplicar reglas draconianas a inversores extranjeros”, añade. ”Que una instancia nacional se esfuerce en hacer respetar sus reglas a organizaciones multinacionales, a menudo apoyadas o ayudadas por Estados, es un poco la guerra de nuestro tiempo”, sostiene el economista, consciente que el París Saint-Germain, el émulo francés del Manchester City en el que juega Lionel Messi, es propiedad de Qatar. ”Al final de la historia, creo que el gobierno y la Premier League encontrarán la manera de proteger su activo haciendo prevalecer el respecto a ciertos principios de buena gobernanza”, concluye Chadwick.
Guardiola está en su séptima campaña con el City y eso es toda una revelación: nunca se ha quedado tanto tiempo en el mismo club desde que comenzó su carrera como entrenador. Mientras el diario sensacionalista The Sun asegura que “los clubes de la Premier League piden sangre y una decisión rápida”, el DT que renovó hasta junio de 2025 está en una encrucijada mirando hacia adelante. Lo está por efecto de sus palabras y por lo que puede esperarle al club tras las 115 acusaciones que están planteadas, considerando casos similares de irregularidades financieras.
Está fresca la mancha que lleva en su camino por la Serie A de Italia la Juventus, envuelta en otro caso de corrupción que hizo que no superara el fair play financiero, lo que derivó en la quita de 15 puntos en el presente campeonato por un fallo dispuesto por la justicia deportiva italiana. Así, la Vecchia Signora está en una situación límite: está 13° con 23 puntos, apenas 10 unidades por encima de la zona de descenso. El anuncio fue hecho el 21 de enero por la Federación Italiana de Fútbol (FIGC), justificado en “fraudes contables en traspasos de futbolistas con el objetivo de registrar en sus cuentas plusvalías artificiales” y desde entonces, mira más hacia abajo que hacia arriba en la tabla en la que estaba disputándose plazas por el ingreso a las copas.
El club turinés había sido absuelto junto a otras diez entidades en la primavera boreal de 2022, pero el tribunal de apelación de la FIGC aceptó la demanda del fiscal federal de reabrir el expediente y el desenlace fue peor: inicialmente, se había solicitado una sanción de nueve unidades. Todo eso revivió malos recuerdos en esa entidad, pues Juventus ya transitó el escándalo denominado “Calciopoli” sobre la manipulación de árbitros, que hace una década y media provocó su descenso administrativo a la segunda categoría (algo que nunca había sucedido en condiciones deportivas) y la pérdida de los Scudetto que obtuvo en 2005 y 2006.
La nueva dirigencia, que asumió tras las renuncias y expulsiones de los principales implicados, tiene como objetivo relanzar la situación deportiva del equipo, que no logró un título la pasada temporada por primera vez en once años, pero sobre todo busca arreglar la situación económica: registró pérdidas superiores a los 200 millones de euros en los dos últimos años y es vigilado de cerca por UEFA a raíz de sus frágiles finanzas.
En el caso de la regla W51 de la Premier League, en caso de que se prueben las supuestas infracciones, el abanico de sanciones es muy amplio: una amonestación, la deducción de puntos o una recomendación a la liga de expulsión para un club. La Comisión tiene el poder de hacer que se tomen acciones definidas dentro de un período de tiempo fijo y también contempla que los demandados tienen derecho a apelar. El City está expuesto al retiro de sus títulos obtenidos en el período en el que pudo haber fraude, por ende, podrían sacarle de sus vitrinas los trofeos obtenidos entre 2009/2010 y 2017/2018, lapso que abarca seis conquistas en la Premier League.
“Nosotros fuimos acusados. No lo olvido. Ocho o nueve equipos mandaron una carta a la Premier League para que nos prohibieran competir. Y somos el quinto equipo en gasto neto en los últimos cinco años. Esa es la realidad”, expuso Guardiola. El equipo actualmente marcha segundo en el torneo, a cinco puntos del líder Arsenal, y está clasificado a los octavos de final de la Champions League, en los que se medirá con Leipzig, de Alemania.
Si bien los casos similares son pocos, vale recordar que la Comisión de Vigilancia de Clubes de Fútbol le impidió al Palermo en 2019 la inscripción en el torneo de segunda división por una deuda de 500 mil euros y debió relanzar su vida deportiva desde la última categoría con otro nombre: Palermo Football Club. Y en ese mismo país, Milan, último campeón del fútbol italiano, es investigado por la Justicia en relación con la venta del paquete accionario del club “rossonero” en agosto pasado por parte del grupo Elliott al fondo de inversiones RedBird Capital Partners, en una investigación que puede tener consecuencias a corto o mediano plazo después de una prórroga de 40 días solicitada a la Fiscalía General del Deporte.
En el Manchester City ya han contratado para defenderse ante las acusaciones de la Premier a los abogados de Boris Johnson, que cobran entre 5.500 y 11.500 euros la hora, informó The Lawyer Magazine, por lo que podrían percibir unos 450.000 euros a la semana. Más que Kevin De Bruyne, por ejemplo.