La metamorfosis de Lanús: de terminar penúltimo en 2022 a ser único líder con 100% de eficacia en cuatro fechas

El equipo granate venció por 3-0 a Rosario Central en La Fortaleza, con goles de Franco Troyansky, Pedro De la Vega y Franco Orozco; buenas incorporaciones, otra actitud y mayor efectividad en el ataque

Alejandro Casar González

LA NACION

La tabla de posiciones del año pasado obligaba a Lanús a reiniciarse. Terminó penúltimo entre 28 equipos, con una campaña digna de descenso. Tenía que acertar en el mercado de pases y encontrarle la vuelta a un plantel que, con la dirección técnica de Frank Kudelka, estaba en deuda. Equivocarse era comenzar a mirar la tabla de los promedios y hacer cuentas, una experiencia que ningún hincha quiere vivir, y menos durante toda una temporada. Las incorporaciones fueron decididas con precisión quirúrgica, y todos llegaron para ser titulares: Carlos Lema y el paraguayo José María Canale en la defensa; Leandro Díaz en la delantera. A ellos se sumó Pedro De la Vega, recuperado de una grave lesión; Pepo casi contó como un refuerzo más.

Con esos nombres más un histórico, Lautaro Acosta, Lanús se mentalizó para cambiar el panorama. Mantuvo a Kudelka en el banco de suplentes y la apuesta comienza a dar dividendos. Cuatro partidos, cuatro victorias, 100% de efectividad y liderazgo en la Liga Profesional. La otra cara del fútbol en apenas cuatro meses.

Pedro De la Vega hizo el segundo tanto de Lanús y propició otro.Jorge Matías Baravalle - FotoBAIRES

Este sábado, ante su gente, el equipo granate deglutió a Rosario Central. Lo hizo de menor a mayor, con un primer tiempo en el que fue superior pero no plasmó en la red su mejor juego. En la segunda parte, en cambio, encontró eficacia y goles. Abrió el partido con un gran remate de Franco Troyansky, se aprovechó más tarde de un error del arquero canalla Gaspar Servio mediante De la Vega y redondeó la victoria con un gol de Franco Orozco. El 3-0 refleja las diferencias entre un conjunto que cambió para bien y otro que todavía está buscando su identidad, y que tuvo a varios jugadores en un nivel subterráneo.

Troyansky fue el hombre principal de la primera hora. Un cabezazo suyo dio en un palo en una jugada que fue a contramano del estilo granate. En lugar de la elaboración, el local eligió juego directo: pase largo de Canale, centro de Brian Aguirre y resolución del delantero formado en Olimpo. Más tarde, casi sobre el final del primer período, Juan Cruz Komar empujó a Tomás Belmonte en su área y Nicolás Lamolina señaló el punto del penal. Desde el manchón blanco, Troyansky envió la pelota a las nubes. Pero el atacante granate tendría revancha en la segunda parte: recibió del uruguayo Luciano Boggio al borde del área, fabricó el espacio y, sin pensarlo, remató de zurda, rasante, fuerte. Inatajable.

El gol reflejó los aires nuevos que soplan por Lanús. Los suplentes dejaron el banco para celebrar con el autor del gol. Los otros titulares lo abrazaron. La gente celebraba cantando, dejando atrás los lamentos de la temporada pasada, cuando los goles eran rarezas, y los triunfos, casi utopías. Este Lanús 2023 se armó de atrás hacia adelante. Con Canale y Cristian Lema cerró todas las grietas defensivas. El segundo, por caso, se ganó ante Rosario su primera ovación como granate. Su expulsión por segunda tarjeta amarilla fue una mancha para un zaguero que llegó como para quedarse años.

En el ataque no estuvo Leandro Díaz, suspendido. Pero Lanús disfrutó a un intratable De la Vega. Lleva la camiseta 10, pero no es enganche. En rigor, el joven que va camino a cumplir 100 partidos con la camiseta granate se mueve por todo el frente de ataque. Y esa dinámica lo vuelve un jeroglífico indescifrable para sus marcadores. Como ocurrió a los siete minutos del segundo tiempo, cuando armó desde su campo un eslalon maradoniano y un centro que a punto estuvo de derivar en la apertura del marcador.

Compacto de Lanús 3 vs. Rosario Central 0

Tendría revancha. A los 14 minutos, un rechazo de Canale se transformó en una asistencia a Matías Esquivel. Servio salió lejos de su arco y rechazó con los puños. La pelota boyó por el medio del área y el rubio de Lanús la empalmó de derecha, de primera y sin miramientos. Gol y 2-0. Otro cambio en relación con 2022: esas claras chances de gol antes eran desperdiciadas, ahora se las aprovecha. Lanús afiló los colmillos.

De la Vega puede reclamar derechos de autor en el tercer gol. Otro arranque suyo desairó a la defensa rosarina y su centro fue impactado por Orozco, que se llevó la pelota por delante y convirtió. Lanús goleó a Rosario Central en ambición, energía, músculo y fútbol. Tuvo contundencia en el mitad final e incluso pudo edificar una goleada amplia. Los tres tantos marcaron la distancia entre un equipo embalado y otro que recién comienza a buscar.

Los hinchas memoriosos recuerdan que hace siete años fueron testigos del mejor comienzo de la historia granate. En aquel torneo Transición 2016 el conjunto dirigido por Jorge Almirón ganó los cuatro primeros partidos, algo inédito. Lanús 2023 acaba de igualar aquello. Sus simpatizantes ahora desean que el final sea el mismo: campeones.