Jordi Alba, de problema a solución
El lateral, que estuvo a punto de salir el último día de mercado de agosto, ha aceptado con dignidad su nuevo rol, brilla en la elección del último pase y lleva ya seis asistencias.
Alba prefirió seguir y empezó la temporada como titular. Pero después de una primera jornada deficiente contra el Rayo, Xavi apostó por Balde, que fue un avión en el Reale Arena. Las cosas se empezaron a complicar para Alba y alguien debió advertirle que su situación podría alargarse durante toda la temporada. El punto límite se produjo el 31 de agosto, cuando el Barça, de cualquier manera y a última hora, lo intentó colocar en el Inter de Milán dispuesto incluso a hacerse cargo de parte de una ficha. El jugador se negó a salir y luego se lo reprochó públicamente al club. “A mí me gusta ir de cara y que me vayan de cara”, dijo una semana después de que se cerrase el mercado de fichajes, dolido por el trato de un club al que le ha entregado media vida. Se mascaba la tensión.
Alba tuvo una conversación dura con Xavi y con el presidente, Joan Laporta. Había que dejar las cosas claras y saber en qué punto estaba cada uno. Por lo visto, y aunque la situación llegó a ser límite, la cosa funcionó. El paso de los meses ha ido amansando las aguas. Jordi Alba ha aceptado con tremenda dignidad deportiva su nuevo rol y ha antepuesto que es uno de los capitanes para contribuir a la salud del vestuario. “Cuando juego intento hacer lo que he hecho siempre; y cuando no, ayudar a los compañeros y explicarle a los más jóvenes qué significa jugar en este club”, dijo este domingo después del partido ante el Sevilla. Y, exactamente, eso es lo que ha hecho el de L’Hospitalet, que ya lleva seis asistencias esta temporada en menos de 1.400 minutos. El curso anterior llegó a las doce…, pero en casi cuatro mil minutos. Esto es, sigue haciendo grandes números. Lo certifica la Inteligencia Artificial a través de la herramienta que maneja Olocip. Es la mejor temporada del lateral desde que se registran datos (2016). Contribuye con sus acciones a que el Barça marque o evite un gol cada 230 minutos.
Alba perdió hace temporadas vigor defensivo y sufre en los retrocesos contra extremos explosivos o interiores potentes. Sin embargo, nadie ataca la banda mejor que él en el Barça ni elige tan bien los momentos para dar ese último pase. Clarividente, Xavi le ha encontrado un nuevo rol de desatascador para equipos que se meten atrás. Y el tercer capitán de la plantilla parece haberlo aceptado del mejor grado posible para alguien que ha sido intocable durante una década en el club y ha ido pasaportando laterales zurdos (Adriano, Digne, Mathieu, Cucurella, Miranda, Júnior Firpo). De fondo, además, está la Selección, a la que Alba no ha dado carpetazo. España se ve frecuentemente obligada a jugar contra selecciones ultradefensivas que se meten con todo atrás. Luis de la Fuente tiene apuntado el nombre de Alba como candidato a la primera lista. Sólo hacía alta escuchar a Albert Luque, director deportivo de la Selección, cuando fue preguntado por AS sobre los nuevos liderazgos después de la marcha de Busquets. Al primero que citó fue a Jordi Alba, que ha pasado de ‘problema’ a ‘solución’.