Hugo Ibarra y el rendimiento de Boca: “Me gusta que me compliquen, así tiene que ser”
Cuestionado por el funcionamiento del equipo, el DT promovió modificaciones; la victoria sobre Platense y la reaparición de algunos jugadores invitan a un nuevo reto para el próximo partido
Por eso, el encuentro en la Bombonera se presentó como un examen para los xeneizes y para el director técnico Hugo Ibarra, que en la semana recibió el respaldo público de Juan Román Riquelme, líder del Consejo de Fútbol. En la cancha, los futbolistas respondieron a las expectativas que anidó el entrenador: las modificaciones, algunas obligadas, oxigenaron a la formación y el acierto es una ficha que atesorará el director técnico. Trece partidos sin perder como local, con nueve victorias, es un dato estadístico que alimenta ilusiones, más allá de las formas, esas que Boca todavía no descubre o no le interesa detectar, porque la partitura que elige el conductor no necesita demasiada delicadeza, sino efectividad.
“Un partido difícil: Platense es un rival complicado y había que jugar fácil. Por momentos encontramos buen juego y llegaron las conquistas. El 3-1 fue bien merecido”, apuntó Ibarra, que recibió a Martín Palermo, ex compañero y actual entrenador del Calamar, que fue ovacionado durante todo el encuentro por los hinchas: “Una emoción muy grande, fue una fiesta. Se lo merece, porque nos dio muchísimas alegrías. Realmente fue grandioso”, comentó Ibarra en la conferencia de prensa, sobre el encuentro y los abrazos en los que se fundió con el goleador.
No demostró excelencia, tampoco esgrimió un juego de alto vuelo. Boca titubeó por pasajes en el primer tiempo, aunque fue oportunista para convertir. Sin funcionamiento, elegir bien a los intérpretes es una tarea en la que Ibarra no puede fallar. Las individualidades generan las jugadas sueltas que maquillan la escasez de juego, de asociaciones. Tuvo la capacidad para tomar rédito de las fallas y desatenciones que presentó el rival, sin necesidad de un lucimiento asociado.
El dibujo táctico 4-4-2 parece satisfacer más a Ibarra que el 4-3-3. “Con un volante más en la mitad de la cancha hay más circulación y pueden juntarse para encontrar la salida por los costados. El equipo es más seguro en la mitad de la cancha que con tres delanteros, porque quedamos muy abiertos. El 4-4-2 lo vamos trabajando, aceitando, dependerá de cada partido. Lo importante es que tenemos jugadores para formar con diferentes dibujos tácticos, tenemos jugadores que nos pueden resolver situaciones y partidos”, analizó cuando lo consultaron si el esquema que presentó con Platense es el que lo seduce.
Con Merentiel y Langoni como fórmula ofensiva que cumplió, Ibarra ahora tendrá que reacomodar las piezas porque el entrenador dispondrá de los retornos de Darío Benedetto y del colombiano Sebastián Villa, futbolistas que cumplieron con los partidos de suspensión. El artillero, que estuvo en un palco, con las cuatro fechas, tras la tarjeta roja que recibió en la final del Trofeo de Campeones; el extremo, tras la expulsión con Talleres. Fuera de juego está Nicolás Orsini, con un desgarro en el bíceps femoral de la pierna izquierda. “Me gusta que me compliquen, así tiene que ser. Es el trabajo de los jugadores, después queda en mi resolver y elegir a quién poner en la cancha. Los que entran exigen a los que venían jugando. La competencia sana genera eso”, explicó acerca de las diferentes alternativas de las que ahora dispone para jugar el sábado con Vélez.
También tuvieron una actuación sin fisuras Agustín Sandez, que tomó el lugar de Frank Fabra en el lateral izquierdo, y Ezequiel Fernández, con una actuación que fue de menor a mayor. Porque en el segundo tiempo el volante ofreció su mejor versión. “Conozco a Equi [Fernández] y en la Reserva me jugaba de 5 y sin dudas lo puede hacer. Pol [Fernández] es versátil: jugando por derecha llega al área y cuando lo hace con un compañero en el centro nutre mucho. Romero es jugador de selección, tiene un pie bárbaro. Te da dribbling, pegada para poner la pelota al espacio. Le gusta jugar suelto, pero se compromete a jugar en la segunda línea. Lo veo contento y jugando bien”, especificó sobre cómo conformó el mediocampo, en el que el cuarto elemento fue Alan Varela, quien dejó su espacio a Medina en el segundo tiempo: “El cambio fue para oxigenar el mediocampo, porque Alan estaba amonestado”, explicó.
Ganó Boca e Ibarra en la semana tendrá un nuevo examen: elegir a los intérpretes para visitar a Vélez para sumar nuevamente tres puntos y que el equipo crezca en funcionamiento. “Me siento contento y bien de que el equipo mejore, pero no voy a poner en dos jugadores el juego de Boca. Eso se tiene que basar en los 11 y en los que tienen que entrar”, afirmó sobre el futuro desafío.