Fórmula 1 / Exhibition: el auto que casi fue una trampa mortal y que hoy es pieza de museo
La categoría diseñó una sala que denominó Survival, para poder ver cómo quedó el vehículo de Romain Grosjean
Es que son muchos los que recuerdan aquel terrible momento, que dejó a todos los amantes de la Fórmula 1 completamente consternados. Fue un 29 de noviembre cuando, al inicio de la competencia en Bahrein, Romain Grosjean, perdió el control de su Haas tras tocar al AlphaTauri de Daniil Kvyat e impactó de manera brutal contra las protecciones de la curva 3 del circuito de Sakhir: inmediatamente comenzó la locura porque todo se convirtió en fuego y la imagen del piloto escapando de las llamas unos 30 segundos más tarde permitió comprender que salvó su vida de milagro.
En esta muestra en Madrid por primera vez se podrán ver los restos de ese monoplaza, que pasaron a manos de la FIA para el pertinente informe de lo ocurrido en Bahrein, donde la carrera del francés llegó a su fin en la Fórmula 1 y en la actualidad es piloto de IndyCar. Tras las investigaciones, el dueño de Haas recibió nuevamente el vehículo y en esta oportunidad lo cedió para que sea parte de esta exhibición de la categoría.
Las imágenes de aquel accidente son totalmente impactantes, porque el coche se partió por la mitad tras atravesar el guardarraíl y se incedió. Ese chasis se podrá ver en una sala especialmente construida con el título Survival y en ella se podrán visualizar imágenes inéditas de aquel accidente y el posterior rescate.
En el vídeo del anuncio de la Exhibición, Grosjean recuerda cómo vivió aquel momento: “Desde mi punto de vista, fue un gran accidente, pero no me di cuenta del impacto ni de lo violento que fue desde fuera hasta el día siguiente, cuando le pedí a alguien que me enseñara cómo había sucedido. Mi mujer estaba viendo la carrera con mi padre y mis hijos. Recordarán ese momento toda su vida. En ese momento no eran más que espectadores que esperaban oír algo... que esperaban ver algo de Bahrein”.
Y continuó: “Tuve que romper el reposacabezas, golpeándolo con el casco, y al final conseguí pasar el casco y ponerme de pie en el asiento. Me di cuenta de que tenía el pie izquierdo atascado en el chasis y tiré con todas mis fuerzas de la pierna izquierda. La bota se quedó en el chasis, pero el pie se soltó y pude salir del coche. Eran 120 kilos de combustible más la batería: ambos estaban ardiendo. El dorctor Jan Roberts, Alan del coche médico y un bombero intentaban abrir una brecha en el fuego para ayudarme a salir. Creo que eso me ayudó al menos a tener una visión de adónde tenía que ir y dónde estaba la salida”.
Tan fuerte fue aquel accidente que el piloto explicó también cómo quedó el monoplaza de Haas que él conducía: “La célula de supervivencia está ahí en caso de un gran impacto. Yo estaba intacto dentro del cockpit. El chasis sigue de una pieza, el Halo está ahí y aparte de los daños y las quemaduras sigue como debería estar. Supongo que eso me salvó la vida”.