EUROPA LEAGUE | SEVILLA - PSV El Sevilla se desata en su Liga Europa

En-Nesyri abrió el camino y Ocampos casi dejó sentenciada la eliminatoria ante un PSV que se fue empequeñeciendo con el paso de los minutos

José María López
As
EI Sánchez Pizjuán lleva un pleno de celebraciones en los partidos como local de su equipo en este 2023 y el regreso de la amada Europa League a Nervión no iba a romper la racha. Todo lo contrario. El Sevilla se desató realizando su mejor partido de la temporada y arrasó al PSV en un fulgurante inicio de la segunda mitad. La irrupción de Ocampos tras el descanso dejó prácticamente sentenciada una eliminatoria en la que, sin embargo, también hubo momentos en los que se sufrió para acabar festejando de la forma que se hizo.

Porque el correcalles con el que se inició el partido duró hasta que al Sevilla le empezó a faltar el aire. Fue sobre el cuarto de hora, coincidiendo con la lesión muscular de Badé, y ahí fue el PSV el que impuso su ritmo. Los de Sampaoli perseguían sombras pero los Saibari, Simons, De Jong y compañía no acertaron con la portería de un, otra vez, inspirado Bono.

Y si a alguien no se le puede dejar con la más mínima vida, es al Sevilla en su Europa League. Porque si se hace, ocurre que en el añadido de la primera mitad por la banda derecha pueda aparecer un inmortal Jesús Navas para servir el enésimo pase de la muerte de su carrera y que lo remate el renacido En-Nesyri. No le ha podido venir mejor al Sevilla que el ariete marroquí apostara por desechar todas las ofertas que le llegaron en el mercado invernal.

Estaba por ver si el gol del Sevilla había tenido un efecto psicológico en su rival. Pero los de Sampaoli no quisieron esperar demasiado. Sobre todo Ocampos, que salió tras el descanso por Bryan Gil. A los cinco minutos, cazó un balón de Óliver para clavar una volea con la zurda a la media vuelta y firmar el primer gol desde su retorno. A los diez minutos, le vino la inspiración para controlar un centro de Rakitic, dejar el balón atrás de tacón y que Gudelj fusilara sin piedad y prácticamente sentenciara la eliminatoria.

Quedaba más de media hora y se levantó el pie del acelerador. El PSV pudo acortar distancias, sobre todo con un disparo al palo de Veerman, pero también pudo hacer el Sevilla alguno más a la contra. No pasó ni una cosa ni la otra. La fiesta ya estaba en marcha.


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