Enzo Fernández y el pase de los récords: de “Águila en fuga” a cómo hizo Chelsea para vencer la resistencia de Benfica
Los detalles de una negociación loca que empezó en Qatar 2022 y terminó sobre el cierre del mercado de pases de invierno en Europa
Los números de la transacción ya fueron informados por Benfica a la bolsa de Portugal, y catapultan a Chelsea a la cima de clubes que más gastaron para la temporada 22-23: más de 611 millones de euros. El monto supera a los 18 clubes de la Bundesliga... sumados. Los germanos invirtieron 555 millones de la moneda ecuménica europea. Con el dinero gastado en este mes, Chelsea se transformó en el primer equipo de la historia que supera los 3 mil millones de euros en compras de futbolistas, superando al anterior monarca, el Barcelona de España.
En Portugal todavía se preguntan por qué Rui Costa, el presidente de Benfica, aceptó a último momento las condiciones ofrecidas por la comitiva inglesa. La idea del máximo dirigente de las Águilas era que Chelsea abonara el importe de la cláusula de rescisión de Fernández (120 millones de euros) en un solo pago. Los londinenses ofrecían seis. Al final, el pase terminó haciéndose en seis cuotas, pero por 121 millones. Y con un pago inicial cercano a los 34 millones de la moneda europea, ahora mismo. Un detalle clave es que al jugador argentino le habían ofrecido un contrato hasta 2030 a razón de 10 millones de euros por temporada, según trascendió. Fernández, sin embargo, rubricó un vínculo hasta 2031. ¿La razón? Las normas contables del Fair Play Financiero permiten a los clubes amortizar los costos de un pase durante el lapso de un contrato. Así, a contrato más largo, menor impacto del valor pagado por el fichaje. Y más fácil llegar a los límites que impone la UEFA.
Chelsea ató a todas las figuras que contrató durante esta ventana (adquirió a ocho futbolistas, por un total de 329,5 millones de euros según el portal Transfermarkt) con contratos de larga duración. Los ingleses, que ahora tienen capitales estadounidenses tras la compra del club por parte del multimillonario Todd Boehly, invirtieron en talento joven para renovar el plantel. El promedio de edad de sus últimos fichajes apenas supera los 20 años. En esa política, copiada de clubes exitosos pero de menor jerarquía como Brentford o Brighton, se enmarca la llegada de Enzo Fernández.
El diario Evening Standard nombra a una figura fundamental en el trato por Enzo: el todopoderoso Jorge Mendes. Agente en su momento de Cristiano Ronaldo, con el que se enfrió la relación en los últimos tiempos, el portugués intervino como intermediario. Fue el primero en enterarse del interés de Chelsea. Y no le costó nada comenzar las negociaciones con Benfica, club al que conoce de memoria. Cuando las charlas se congelaron, a principio de año, Mendes las recomenzó, con una nueva oferta. Se encargó de “aflojar las tensiones” con la institución portuguesa. Fernández ya había dado el sí a la Premier League y a un contrato de larga duración con los Blues. Quedaba Benfica; quedaba Rui Costa. En su comunicación a la Bolsa portuguesa, Benfica reconoce 7,63 millones de euros en concepto de gastos de intermediación (el 6,56% del valor de la venta, descontado el valor de los derechos de formación). De ese monto se paga el trabajo de Mendes. Así, el hombre de 57 años gana un talento joven para su escudería luego de perder a CR7 y vuelve a hacerle honor a un apodo con el que se lo denomina en su tierra: Mendes, el “abrepuertas”.
Sin embargo, no todos están de acuerdo con la decisión de Chelsea de apostar por el mediocampista argentino, cuyo pase se transformó en el más caro de la historia de la Premier League. “Es mucho dinero”, dijo Paul Merson, ex futbolista de Arsenal, en la cadena Sky Sports. “El tiempo dirá. Si Fernández produce lo que hizo en el Mundial, y aunque la Premier no es la Copa del Mundo, entonces sí el precio estará bien”, aventuró Merson. Danny Murphy, exfutbolista de Liverpool y actual comentarista de TV, también criticó a Chelsea por los millones invertidos en Fernández. “Esta transferencia es bizarra”, opinó Murphy. Y agregó: “Es un jugador estable, bueno, joven y talentoso. Incluso se volverá mejor, juega muy bien en su puesto. Es ordenado y tiene una creatividad decente, pero no es el más grande ni el más rápido. Es bueno, pero...¿120 millones de euros?”, cuestionó.
En Portugal pasa algo parecido, pero las críticas apuntan a Rui Costa, el máximo dirigente de Benfica, que aceptó la propuesta inglesa en medio de una temporada que puede ser histórica para las Águilas. Los cuestionamientos tienen que ver con privilegiar lo económico por sobre lo deportivo. Fernández dejará en la tesorería del club un superávit superior a los 67 millones de euros por todo concepto. Y en apenas seis meses: un negocio tan redondo como la pelota. Fueron apenas 29 partidos y cuatro goles con la camiseta roja. Y un efecto colateral positivo: las acciones del club subieron un 2,5% en la Bolsa de Comercio de Lisboa luego de la comunicación de los detalles de la venta.
Roger Schimidt, entrenador alemán de Benfica, no se calló tras la victoria por 3-0 ante Arouca por la Primeira Liga (Nicolás Otamendi fue titular y jugó todo el partido). Sin nombrarlo, criticó a Fernández por su decisión de irse a jugar a Inglaterra. Confirmó que habló con Rui Costa durante las negociaciones y negó que vaya a reemplazarlo con otro futbolista (Alan Varela, de Boca, era uno de los candidatos a suplirlo). “Benfica es más grande que cualquier futbolista. Queremos jugadores apasionados por el club, y que quieran estar aquí”, dijo Schmidt.
El entrenador añadió: “No voy a hablar de los futbolistas que ya no están. Estoy muy feliz con los futbolistas que tengo. Me gusta su actitud, su paciencia; a ellos les gusta jugar para Benfica y eso es muy importante. Nuestros hinchas estuvieron aquí hoy y Benfica es un club fantástico”, elogió. De todas maneras, Schmidt admitió la dificultad de salir a la cancha (y ganar) con la posibilidad de que alguno de sus jugadores sea tentado desde alguna liga más importante. Sobre todo, cuando Benfica es un club vendedor. “Sí, es un problema jugar con el mercado abierto”.
“Águila en fuga”, tituló el diario Récord haciendo un juego de palabras con la salida de Fernández y la diferencia que sacó Benfica al tope de la tabla de posiciones de la liga lusa. Le lleva diez puntos al segundo, Braga, que tiene dos partidos menos, y once a Porto, tercero. “El traspaso de Enzo se cierra dos minutos antes del final del plazo. El mediocampista no quiso quedarse hasta el final de la temporada”, amplía el matutino. “Enzomillones”, publica O Jogo. Y dice que el equipo se mantuvo “inmune a las turbulencias” para vencer a Arouca. “Fue imposible para Benfica resistir al segundo mayor negocio de su historia”, asegura A Bola. El primero fue la venta de Joao Félix a Atlético de Madrid por 127 millones de euros en 2019. Una curiosidad: ahora, Félix y Enzo Fernández serán compañeros, porque el portugués acaba de llegar a préstamo a Chelsea.
Chelsea sigue a Enzo desde el Mundial de Qatar. El club vio la metamorfosis del mediocampista en el seleccionado y quedó sorprendido con su evolución. El premio individual que cosechó el volante formado en River terminó por convencerlos. Lo intentaron a comienzos de año con una oferta que incluía dinero, préstamos de jugadores y el pase de Hakim Ziyech. No lo consiguieron. Volvieron a la carga sobre el gong de la ventana y Benfica dio el sí. Los abogados trabajaron contrarreloj para firmar todos los papeles. Enzo era la prioridad. Tanto, que tres salidas de futbolistas del plantel inglés quedaron en suspenso. Uno de ellos fue Ziyech, quien tenía todo acordado para irse a PSG. Los franceses denunciaron que desde Londres mandaron los papeles tres veces mal firmados. Tenían la cabeza en Portugal. Y en el argentino más caro de la historia, un tal Enzo Fernández.