El otro Vinicius
El jugador más efectivo del Madrid en ataque vuelve en Pamplona con el reto de marcar de nuevo fuera de casa en Liga, algo que no hace desde agosto de 2022. Van ocho salidas sin ver portería.
No se trata sólo de las distintas polémicas que le han acompañado en las últimas jornadas, como su enfrentamiento con Raíllo y Maffeo en casa del Mallorca o aquel desagradable monigote con su camiseta que apareció colgado de un puente en Madrid antes del derbi, obra de la facción más intolerante de la afición del Atlético de Madrid. Aunque sin duda, todo ello puede tener relación.
Porque lo que más echa en falta el Madrid de Vinicius lejos del Bernabéu en Liga no es su sosiego, sino sus goles, y ahí viene el problema: lleva sin marcar fuera de casa en el torneo doméstico español desde agosto de 2022. Son prácticamente seis meses sin ver portería, un total de ocho salidas en las que se ha ido de vacío. Y el Madrid lo ha notado: sus tres derrotas del curso en Liga (Rayo, Villarreal y Mallorca) coincidieron con dicha sequía.
El bajón de Vinicius fuera de casa, en datos
Puede tratarse de una mala racha o de un bloqueo mental, quién sabe. Lo evidente es que no se le ha olvidado anotar lejos del estadio madridista, pues de hecho lo ha hecho recientemente: hizo tres goles en el Mundial de Clubes, que se jugó en Marruecos, y otro más en casa del Villarreal en Copa. Pero en Liga sólo logró dar el nivel a principios de curso: vio puerta en las jornadas segunda y tercera (el Madrid jugó las tres primeras a domicilio para favorecer las obras del estadio), ante Celta y Espanyol. El 28 de agosto hizo su último tanto liguero como visitante.
Y el apagón no acaba ahí: tampoco ha dado asistencias a domicilio en Liga desde el 20 de agosto. Los datos refuerzan que su mejor versión liguera llega en el Bernabéu y que lejos de él, sin el calor de la afición, le cuesta mucho más enseñar su muestrario de cualidades. En casa, promedia 2,2 tiros en total y 1,5 a puerta por partido, con 9,6 regates intentados y 3,7 efectuados con éxito. Lejos del Paseo de la Castellana, el bajón es evidente: promedia 1,5 tiros totales y sólo 0,9 entre palos, con 6,6 regates intentados (tres menos) y sólo 2 con éxito. Ancelotti necesita que desaparezca el otro Vinicius, ese que cambia goles por discusiones.