El efecto Xabi se disuelve
Después de cinco victorias seguidas en la Bundesliga, el Bayer Leverkusen suma dos derrotas consecutivas tras perder ante el Dortmund y un débil Augsburgo.
El descalabro ante el Dortmund parecía rondar todavía la cabeza de los jugadores del Leverkusen, que previamente venían de cinco victorias seguidas y de practicar un juego vistoso, vertical, rápido, pero del que no hubo ni rastro durante la primera media hora en Augsburgo. Un chispazo de Diaby, siempre peligroso al espacio, y un tiro centrado y sin maldad de Andrich fueron las únicas señales de vida del equipo de Xabi Alonso en unos primeros treinta minutos para olvidar. A los presentes les dio tiempo a contar unas 350 ovejitas antes de dar una cabezada. El sonido del balón estrellándose con el poste tras un tiro de Diaby despertó a los presentes, al Bayer y al partido en general. Los dos equipos se abrieron un poco y le dieron velocidad al balón, que iba de área a área aunque los acercamientos no se concretaron en ocasiones de gol.
El juego del Leverkusen mejoró con el paso de los minutos, pero en el aspecto defensivo, Xabi Alonso todavía tiene trabajo por hacer. Un error en la marca en el 55′ permitió a Berisha cabecear sin impedimento un centro de Engels para adelantar al Augsburgo. Son seis goles y cuatro asistencias para el ex del Salzburgo, lo que a estas alturas y estando en el Augsburgo, no es poco. El tanto en contra obligó a mover ficha a Alonso, que dio entrada a Wirtz, al que tanto eltécnico tolosarra como cualquier amante del fútbol preferiría no forzar tras su gravísima lesión. Con el alemán en el campo, el Leverkusen fue otro. Mucho más profundo, mucho más virtuoso.
Los últimos 20 minutos se jugaron cerca del área el Augsburgo, pero el Leverkusen no encontró la llave del gol. Los tres puntos dan mucha vida al Augsburgo, que se aleja del descenso, y deja al Leverkusen en tierra de nadie, muy lejos de las pesadillas del descenso que tanto acechaban al equipo hace dos meses, pero también de los puestos europeos.