Clásico de Santa Fe: Unión y Colón, en un empate que dejó vacante el premio mayor
La igualdad 1-1 extendió la racha negativa de los dos clubes, que siguen sin ganar en la Liga; Aued, que regresó al fútbol argentino, abrió el marcador, y el colombiano Perlaza convirtió para los rojinegros
Cada equipo tuvo su momento de dominio, en el que prevaleció en el desarrollo y que coincidió con las conquistas de los goles. Luciano Aued, que volvió al fútbol argentino después de cinco años y medio, abrió el marcador para Unión; Baldomero Perlaza igualó para los rojinegros, que deberán determinar el futuro del entrenador Marcelo Saralegui. “Tengo más fuerza que nunca. Con cero puntos tenía fuerzas, con un punto me siento Tarzán”, apuntó el uruguayo, que lleva diez partidos en el cargo en el Sabalero.
Cinco años y medio en Universidad Católica, de Chile, quitaron a Aued del radar del fútbol argentino. Pero a los 35 años y después de superar una cirugía coronaria, el volante regresó para jugar en Unión y en cuatro partidos con la camiseta del Tatengue se inscribió en la historia del clásico de la ciudad. La estocada, en el primer tiempo, de una acción de pelota detenida, abrió el marcador en el estadio 15 de Abril. Un movimiento que se desarrolló en dos tiempos: el primer intento de ejecutar la jugada de pizarrón falló, pero desde el banco de los suplentes el entrenador uruguayo Gustavo Munúa –el sábado firmó la renovación del contrato- ordenó repetir. Kevin Zenón movió nuevamente la pelota para Imanol Machuca; el uruguayo Thiago Vecino anticipó a Baldomero Perlaza y, por el segundo palo, sin marcas apareció Aued para definir.
Lo mejor del encuentro
El 2 de abril de 2016, con la camiseta de Racing y frente a Tigre (3-3), había sido la última vez que Aued convirtió en el torneo argentino. El gol no resaltó en su trayectoria en el país: apenas dos festejos en 224 encuentros, contabilizando su pasó por la Academia y Gimnasia y Esgrima La Plata. Revirtió la tendencia en Universidad Católica, donde anotó 28 goles y ganó siete títulos; el lazo fue tan fuerte que desechó el interés que demostró Fran Kudelka, cuando el ahora entrenador del puntero Lanús –puntaje ideal- dirigía a Universidad de Chile. Y siendo futbolista cruzado sufrió un susto que los médicos apuntaron como milagro: “No entendían cómo no me infarté”, le comentó a LA NACION en julio del año pasado, cuando regresó después de cinco meses.
“No podés jugar nunca más”, el diagnóstico, tras los estudios médicos. Pero el amor que le tiene a la pelota, a jugar al fútbol, hizo que nunca dejara de tener un objetivo: un stent que amplió la capacidad de la arteria, un tratamiento anticoagulante que lo obligaba a entrenar con un casco, una recuperación que fue más rápida de lo que se esperaba… Luli jugó en 2021 con dolores en el pecho, la espalda y una sensación de ahogo; le sangraba seguido la nariz. Tenía tapada el 90% de la arteria del corazón. Las charlas con José María Tati Buljubasich, director deportivo de Universidad Católica, que superó un tumor en la cabeza fueron el primer eslabón para transitar la recuperación.
Volvió a jugar y al fútbol argentino y en su primer clásico santafecino convirtió. “Se metió más de lo que se jugó. Hicimos el gol, pero no pudimos manejar el partido. Bronca, porque en el balance general podríamos haber conseguido los tres puntos. Tuvimos intensidad, pero en el segundo tiempo nos olvidamos de jugar. Van cuatro fechas y hay que estar tranquilos, pero sabemos que tenemos un déficit que tenemos que corregir: no finalizamos bien o decidimos mal”, relató Aued sobre el desarrollo, que fue de mayor a menor para Unión, que solo perdió uno de los últimos juegos frente a Colón.
Con la ventaja, Unión tuvo las oportunidades de aumentar la diferencia: generó tres acciones en apenas siete minutos en el inicio del segundo tiempo. Aturdido, Colón tuvo la claridad para castigar en la primera jugada de riesgo que generó en el complemento: Perlaza, que falló en la marca de Vecino en el gol del rival tuvo su desquite, después de recibir una asistencia de Ramón Wanchope Ábila. Un festejo que reanimó al entrenador Saralegui, aunque la continuidad del charrúa dependerá de la decisión de los dirigentes. “Es un gran técnico, del resto se tiene que ocupar la parte administrativa”, señaló el futbolista colombiano, que jugó su decimoséptimo encuentro con la camiseta de Colón.
“Hay que seguir trabajando para lo que viene. El rival nos intentó incomodar, pero insistimos y no bajamos los brazos. Tuvimos oportunidades, el grupo intentó hacer lo que practicamos en la semana”, detalló el volante que un par de semana atrás estuvo en el radar de Hatayspor, de Turquía. El empate modificó el estado de ánimo y Colón terminó el juego con mejor presencia que el rival, una actitud que podría jugar en favor del ciclo Saralegui. El uruguayo, en la semana, conoció que el club realizó averiguaciones con posibles reemplazantes: la lista incluyó a Néstor Pipo Gorosito, Roberto Sensini, Sebastián Battaglia y la dupla que componen Sergio Gómez y Favio Orsi.
De los clásicos difícilmente se sale de la misma manera de la que se entró, aunque Unión y Colón arribaron sin victorias y se marcharon sin torcer el rumbo. El resultado, sin embargo, puede cambiar el escenario para los rojinegros, mientras que los Tatengues necesitarán corregir para convalidar que la renovación del ciclo Munúa resultó la mejor decisión.