Chelsea, un club inmerso en una profunda transformación y necesitado de resultados inmediatos
El nuevo dueño, el norteamericano Boehly, cambió el DT y rompió el récord de gastos en refuerzos; 10° en la Premier, el equipo enfrentará a Borussia Dortmund en la Champions
Los últimos dos pases que habían roto la barrera de los 100 millones fueron los de Jack Grealish a Manchester City (117,5 millones de euros) y Romelu Lukaku a Chelsea (113). Ninguno de los cambió sustancialmente la ecuación futbolística de sus equipos, y el caso del belga directamente fue un rotundo fracaso, reflejado en el préstamo a Inter.
El mediocampista tiene mucho de sí para dar en la cancha, pero también importa el contexto en el que se inserta. Cuánto puede ayudarle en la adaptación, cómo hará para potenciarlo. En ese sentido, más que por la actualidad de Fernández, las dudas pasan por Chelsea, inmerso en una transformación aun no concluida desde que Roman Abramovich fue obligado a renunciar a la propiedad por la invasión de Rusia a Ucrania. El nuevo dueño es el banquero norteamericano Todd Boehly, en una operación cercana a los 5000 millones de euros, la más alta de la historia para una franquicia deportiva.
Los cambios en Stamford Bridge también llegaron a la dirección deportiva. Petr Cech, ex arquero durante 11 años en Stamford Bridge, dejó su cargo de asesor técnico, al igual que la rusa Marina Granovskaia, ex directora y principal negociadora de los contratos de los futbolistas.
Llegaron cabezas con nuevas ideas. No se privaron de decisiones fuertes, como la del despido de Thomas Tuchel, el entrenador de la conquista de la Champions League 2021. No le perdonaron una derrota contra Dinamo Zagreb por la etapa de grupos. Aunque muchos lo vieron como la oportunidad para ir librándose de la herencia de Abramovich. Contrataron a Graham Potter, el director técnico que potenció a Alexis Mac Allister en Brighton. Una buena señal para Enzo, que le puede pedir referencias a su compañero del seleccionado.
Los resultados con Potter todavía están por verse, el despegue se demora. El entrenador cambia esquemas y jugadores, parece presa de una confusión, que abarca a esferas más altas. Sufrió un gran desgaste en poco tiempo. Ni siquiera le saca rendimiento a Kalidou Koulibaly, el portentoso zaguero que fueron a buscar a Napoli. Chelsea es 10° en la Premier, un puesto demasiado rezagado para sus aspiraciones, por ahora fuera de las copas europeas de la próxima temporada. Fue eliminado de la Copa de la Liga (Carabao Cup) y de la FA Cup por Manchester City. En los octavos de la Champions se cruzará con Borussia Dortmund (15 de febrero y 7 de marzo).
Enzo llega a una zona del campo que Chelsea necesita renovar, con N’Golo Kanté (31 años) inactivo desde agosto por una lesión y un Jorginho (31) que ya dio lo mejor y acaba de pasar a Arsenal. Mateo Kovacic tampoco es imprescindible.
La política de refuerzos de las nuevas autoridades viene siendo un tanto errática. Invirtieron fuerte en el zaguero Wesley Fofana (80,40 millones de euros), Marc Cucurrella (65,30), Raheem Sterling (56,20), Koulibaly (38) y Pierre Aubameyang (12). En esta ventana invernal europea, además de Fofana, se incorporaron Benoit Badiashile (38), el juvenil volante central brasileño Andrey Santos -enfrentó a la Argentina en el Sudamericano Sub 20- (12,5), Mykhaylo Mudryk (70, que pueden llegar a 100 de acuerdo a objetivos), João Félix (11, préstamo), Noni Madueke (35) y Malo Gusto (30).
Este gasto desenfrenado llevó a Boehly a un récord para Chelsea de casi 600 millones en una temporada. Ni Abramovich se atrevió a tanto, pero el ruso también contribuyó para que The Blues sea el club que más desembolsó en la última década, con 1935 millones de euros, por delante de Barcelona (1811), según un informe del Centro Internacional de Estudios del Deporte.
Todo sea para evitar el fracaso que representaría no clasificarse para la Champions League, por el lucro cesante que acarrearía quedar afuera de la competencia estrella de clubes. Chelsea cuenta con 40.000 abonados y una masa social que lo muestra por debajo de los cinco primeros de Inglaterra. Para amortizar lo invertido necesita de los derechos comerciales y televisivos que derivan de la Champions.
Con media temporada ya transitada, Chelsea toma nota de que el recambio es tan necesario como impostergable si pretende que el balance sea más positivo dentro de un semestre. Por eso desembolsa una fortuna por Enzo, el sexto argentino que se pondrá la camiseta del club londinense. Sin gran suceso pasaron otros nombres de peso, relevantes, como Gonzalo Higuaín, Hernán Crespo, Juan Sebastián Verón, Franco Di Santo y Willy Caballero.