BETIS-BARCELONA / El Barça mete la directa y presiona al Madrid

El Barcelona vence al Betis, acaba la primera vuelta con 50 puntos y deja al Madrid a ocho puntos presionando al equipo de Ancelotti. Marcaron Raphinha y Lewandowski, y un autogol de Koundé puso poca intriga.

Santi Giménez
As
El Barça de Xavi se confirma como una factoría de sumar puntos y ante el Betis logró tres que saben a gloria al vencer en el Villamarín por 1-2 con goles de Raphinha y Lewandowski. El triunfo blaugrana supone todo un desafío para el Real Madrid, que saldrá a jugar hoy contra el Valencia a ocho puntos de los culés, que suman 50 puntos en la primera vuelta. Los de Xavi jugaron un partido muy serio y funcionaron como martillo pilón esperando su momento y, para que no faltara el ingrediente dramático, sin el que este equipo no podría vivir, aportó a la victoria un final cardíaco después del gol en propia puerta de Koundé que condimentó la dosis de épica que parece que ya es marca de la casa en la receta blaugrana de este curso en laLiga. Este Barça, juegue como juegue, tenga un día bueno, uno malo u otro regular vende muy cara su piel. Lo dijo Xavi en la previa: “a partir de ahora, todo son finales”.

Hay partidos que, como el que jugaron el Betis y el Barcelona podrían servir como trabajo de final de carrera de la escuela de entrenadores. Se desarrollan de la manera que los técnicos de ambos equipos imaginaron en la pizarra. Pero ese guión de partido, que en el vestuario parece perfecto, siempre acaba dependiendo de errores individuales, de la capacidad de improvisación de los técnicos para cambiar el partido con los cambios o de la resistencia física. El Barça aprovechó una genialidad de De Jong al sacar una falta, la calidad de un delantero como Lewandowski, que vive emboscado hasta que sale de la maleza y es letal y sufrió por un error propio de Koundé.

En la primera parte, tanto Pellegrini como Xavi seguramente vieron sobre el campo lo que se imaginaban. Nada se salió del guión previsto. Por parte del Betis se vio a un equipo asentado, esperando su oportunidad y acreditando su mejora defensiva. A los locales les faltaba quizás un poco más de balón, pero es que delante estaba el Barcelona, que también jugó un primer acto en el que sus centrales corrigieron bien los escasos errores que provocaron las amenazas béticas y que dominó el juego sin acabar de dar la estocada definitiva. Lo previsto en ambas casetas

Con un Lewandowski que nunca se sentía cómodo entre los centrales verdiblancos y un Raphinha que no tendrá la exuberancia del francés, pero al que no se le puede negar su producción. Puede que el brasileño no interprete la mejor escena de la película, pero siempre sostiene la trama. Además, trabaja en defensa y también es cierto que entre un día malo de Dembélé y uno malo del brasileño, siempre es preferible lo segundo.

El partido discurrió de inicio sobre los raíles que habían diseñados los técnicos de ambos equipos. Las únicas oportunidades del Betis llegaron a partir de pérdidas en la salida de balón de Balde y Araújo, mientras que los andaluces lograron que fuera Pedri y no Lewandowski quien apareciera en la zona de definición ante Rui. El luso, le ganó la partida en dos ocasiones al canario. Hay que decir también que el goleador del equipo culé no es que entrara en el duelo intimidando. Emboscado entre la defensa, aguardaba su momento. Que acabó por llegar. Nunca duden de un goleador como él.

También compareció Raphinha ante el portero bético, pero en claro fuera de juego en la primera parte y luego marcando el gol blaugrana en la segunda, también al límite del orsay. El brasileño fue de lo más productivo en ataque del Barça y aprovechó la oportunidad de salir a escena y actuar como solista ante la baja de Dembélé.

Tras un primer tiempo que se había ajustado al guión de ambos técnicos, antes o después debía llegar el momento de que o alguien se equivocara, o que un técnico hiciera un movimiento genial o que uno de los dos equipos se cansara

El movimiento genial fue de Frenkie de Jong, que cambió el partido al sacar una falta rápidamente que pilló dormido al Betis y que balde aprovechó para servir el gol a Raphinha. El Barça, a diferencia de otros días, no se descompuso tras el gol y Lewandowski apareció para marcar un tanto al cazar una pelota perdida en el área. El partido parecía cerrado, pero este equipo es incapaz de cerrar un duelo sin dar sustos. Koundé se marcó un gol tonto en propia puerta y eso aportó valor a un gran triunfo.

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