Müller,
Gnabry y Coman, de penalti, pusieron los goles para los bávaros ante el
Bochum. Partido número 428 de Müller con el Bayern.
As
El Bayern de Múnich viajará con buenísimas sensaciones a Paris
después de imponerse por 3-0 a un Bochum que quiso, pero no pudo. A
tres días de viajar a la capital francesa para enfrentarse al PSG en la
ida de los octavos de final de la Champions, el conjunto dirigido por
Nagelsmann volvió a poner a prueba la pegada que tiene en ataque y lanzó
un serio aviso a un campeón galo que no pasa por su mejor momento. Los
tres puntos sirven a los muniqueses para ampliar el liderato en la
máxima competición alemana, donde el Union Berlín puede volver a
recortar a uno la diferencia de puntos con respecto al campeón si logra imponerse al RB Leipzig a domicilio.
El
Bayern fue una apisonadora y no tardó en hacerse con el control
absoluto del choque, rozando por instantes el 70 por ciento de la
posesión en el Allianz Arena. Gnabry y Sané tuvieron el primer tanto del partido en sus botas,
pero no estuvieron finos en la finalización contra un Bochum que se
mostró sólido atrás hasta los compases finales de la primera parte. Fue
entonces cuado se quedó corta una cesión de Janko, invitando de esta manera a Müller a estrenar el luminoso en su partido número 428, que le convirtió en el jugador de campo con más apariciones en la historia del club de su corazón.
Goretzka pudo ampliar la renta en un cabezazo en la boca de gol que, para sorpresa de todo el coliseo muniqués, no terminó en el fondo de la red. Después de ver que los suyos bajaron la intensidad tras volver de vestuarios, Nagelsmann no dudó en reaccionar, dio entrada a Coman y acertó de pleno.
A los 4 minutos de saltar al césped, el extremo galo finalizó una
jugada directa del Bayern y terminó apuntillando a un Bochum en el que Janko coronó su tarde negra cometiendo un penalti derribando a Gnabry en el área. El propio internacional alemán se encargó de transformar la pena máxima, cerrando una goleada que intimida aún más al PSG.