ARSENAL 1-MANCHESTER CITY 3 / Aquí manda Haaland

Los ‘Citizens’ golean a los de Mikel Arteta con tantos de Kevin de Bruyne, Jack Grealish y el delantero noruego. Bukayo Saka hizo el 1-1 en la primera parte. Arsenal y Manchester City empatan a puntos.

Pablo Montaño
As
Era el partido más importante de la temporada. El más esperado. Había muchas esperanzas depositadas en el enfrentamiento entre Gunners y Skyblues en el Emirates Stadium, y este no defraudó. Quien más ilusión mostraron antes y durante el encuentro fue el lado local, pero la historia volvió a repetirse. Los tres puntos volarían directos a Manchester y el cuadro mancuniano ampliaría a 11 los encuentros consecutivos de Premier League derrotando al Arsenal. Sin Thomas Partey y tras un grave error de Takekirou Tomiyasu antes de la media hora de encuentro, la efectividad de los pupilos de Pep Guardiola pasó por encima del cuadro local. Aunque Bukayo Saka logró empatar el encuentro antes del descanso, Erling Haaland volvió a hacer acto de presencia. A los de Mikel Arteta aún les resta un partido aplazado, pero el Manchester City ya está aquí: londinenses y mancunianos empatan a 51 puntos en lo más alto de la tabla.

Dos errores: uno de Tomiyasu, otro del VAR

Tanto en los alrededores del Emirates Stadium como, sobre todo, en el interior del mismo se respiraba un ambiente de partido importante. Había, por más que se opusieran ambos técnicos a ello en la previa del encuentro, más que tres puntos en juego. Con el templo Gunner en forma de olla a presión, a los pupilos de Mikel Arteta no les quedaba otra que salir con el cuchillo entre los dientes. Hubo intensidad durante los primeros compases de partido, pero no tanto fútbol. Ni locales ni visitantes eran capaces de imponerse, de hacerse con el dominio del balón. A Mikel Arteta no parecieron gustarle ni la falta pitada a Eddie Nketiah, cuando Nathan Aké despejó el balón en el interior del área casi a la altura del tobillo de su jugador, como la clara ocasión errada por el propio delantero inglés. Oleksandr Zinchenko puso un balón medido a la referencia ofensiva de los Gunners, pero su cabezazo se marchó desviado.

Eso sí, aún menos tuvo que gustar al técnico español del Arsenal el clamoroso fallo cometido por Takehiro Tomiyasu a los 24 minutos. La mala y corta cesión del hoy lateral diestro local hacia Aaron Ramsdale pilló fuera de sitio al arquero inglés. Kevin de Bruyne interceptó el balón en la frontal del área y lo elevó por encima del guardameta con un disparo con rosca para hacer el 0-1. “Campeones, campeones”, coreaban los aficionados del Manchester City desplazados hasta el Emirates Stadium. El nerviosismo se apoderó tanto de los seguidores Gunners como de los propios jugadores del Arsenal. A punto estuvo el propio internacional japonés de redimirse de su error, pero su disparo desde el punto de penalti tras un centro rebotado, así como una gran ocasión posterior de Bukayo Saka desde el interior del área, se fueron al limbo.

Tanto habían protestado las gradas del Emirates Stadium las continuas pérdidas de tiempo de Ederson, como Mikel Arteta el error arbitral en el último partido ante el Brentford, que afición y entrenador locales se salieron con la suya en el minuto 42. Mientras Eddie Nketiah todavía miraba desde el suelo cómo Nathan Aké despejaba sobre la línea su disparo, Anthony Taylor no dudó en pitar penalti. Los jugadores Skyblues no daban crédito. El portero brasileño se llevó por delante al ariete Gunner, pero cuando este ya había rematado. El VAR no contradijo la decisión del colegiado británico y Bukayo Saka fue el encargado de ejecutar la pena máxima. No falló la estrella del Arsenal. Aunque el canterano Gunner firmaba el empate desde el punto de penalti al filo del descanso, los de Pep Guardiola aún tuvieron tiempo de dar un último susto a los locales antes de que concluyeran los primeros 45 minutos. El larguero impidió que el remate forzado de Rodri Hernández en un saque de esquina se tradujera en el 1-2.

El despertar de Grealish

Por mucho que los jugadores de ambos equipos se hubiesen marchado durante 15 minutos a vestuarios, el partido no perdió ni un ápice de intensidad. El encontronazo entre Kevin de Bruyne y Mikel Arteta en la banda, quienes una vez compartieron equipo en el cuadro Citizen, el más claro ejemplo de ello. Ni la intensidad ni la emoción. Ni 10 minutos de segunda mitad y Anthony Taylor pitó el segundo penalti de la noche. La potencia de Erling Haaland pasó por encima de Gabriel Magalhães, que terminó frenando con falta al noruego en el interior del área. Entonces, otra vez el VAR, salvó a los Gunners. El delantero del Manchester City partió desde posición antirreglamentaria en el arranque de la carrera y la decisión tomada por el árbitro inglés quedó anulada. Pep Guardiola se lamentaba en el banquillo.

Entonces, el partido enloqueció. Sin control alguno por parte de Gunners o Citizens, las ocasiones se sucedían de uno a otro equipo. El balón iba de una portería a otro. Del pase de la muerte dque no acertó a cazar Eddie Nketiah en boca de gol al fallo en la salida de balón de los locales que a punto estuvo de aprovechar Erling Haaland. El que no desperdició su ocasión fue Jack Grealish. Quien parecía ser una causa perdida para los intereses del cuadro mancuniano está convirtiéndose esta temporada en uno de los grandes pilares del ataque de Pep Guardiola. Tanto, que el extremo inglés se apuntó el 1-2 a su cuenta particular en el 72′. Erling Haaland cedió en la frontal para Ilkay Gündogan, este hizo lo propio para el ‘10′ de los Skyblues, y el disparo centrado pero potente se coló entre las manos de Aaron Ramsdale. Los visitantes volvían a estar por delante.

Una ventaja que, a falta de siete minutos para el final del encuentro, el Manchester City se aseguró de ampliar. Tres partidos llevaba Erling Haaland sin ver portería con los mancunianos. Pues, ¿qué mejor ocasión que ante el líder de la Premier League para reencontrarse con el gol? Combinación de los Citizens en la frontal del área, pase al interior de la misma de Kevin de Bruyne y la bestia noruega lo mandó al fondo de la portería. Ahora sí, los tres puntos parecían ser ya propiedad del conjunto mancuniano. No cesaron en su empeño los de Mikel Arteta, pero el encuentro estaba visto para sentencia. Otra vez, mientras los jugadores Citizens celebraban el triunfo con los suyos, volvió a sonar en la grada visitante eso de: “Campeones, campeones...”.


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