Un gran Ochoa no puede con el Milan

A pesar de las nueve paradas del mexicano, la Salernitana cayó en el Arechi ante los rossoneri, que marchan a cinco puntos del liderato a la espera del Inter-Nápoles.

Mirko Calemme
As
El Milan comienza el nuevo año con una victoria merecida y algo más sufrida de lo que debió ser, considerando la enorme cantidad de ocasiones creadas. El conjunto de Pioli batió a la Salernitana a domicilio y ahora marcha a cinco puntos del liderato, a la espera de lo que haga el Nápoles, esta noche, en San Siro ante el Inter.

Los de Nicola empezaron fuerte, empujados por un Arechi calentísimo, pero la calidad de los rossoneri les hizo daño enseguida. Los centrales de Nicola sufrieron mucho las llegadas de Leao, que se presentó con la rapidez de siempre y anotó el primer tanto milanista del nuevo año. El portugués recibió un pase vertical de Tonali y se deshizo de Ochoa, en el día de su estreno, empujando el esférico entre palos con la zurda. Era el minuto 10, y cinco después los rossoneri parecían haber sentenciado la contienda con el mismo Tonali, que recibió un pase de Brahim y anotó el segundo con un potente disparo.

El español disputó un gran partido y estuvo cerca del 3-0 en varias ocasiones. El Milan, de hecho, perdonó demasiado también con Giroud y con Theo, dejando con vida a los locales a pesar de haber dominado el encuentro.

Tras un tanto anulado al mismo Brahim por fuera de juego (el malagueño había tocado delante de la línea de gol un disparo de Tonali), y una roja a Bradaric convertida en amarilla gracias al VAR, Ochoa demostró sus virtudes con una espectacular doble intervención ante Giroud y De Ketelaere. Instantes después de sus paradones se llegó en la otra área y Coulibaly, con un gran centro, encontró en el segundo poste al revulsivo Bonazzoli, que recortó distancias al primer toque. A pesar del susto, el rumbo del partido no cambió para el Milan, que siguió empujando en busca del 3-1 y lo volvió a tener cerca en dos ocasiones, ambas neutralizadas por un monumental Ochoa. Sus paradas no pudieron evitar una derrota merecida para el equipo granata, que, tras la victoria de la Sampdoria con el Sassuolo, vio reducirse su ventaja sobre los puestos de descenso a ocho puntos. 

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