Un chihuahua gana el Guinness al perro vivo más viejo del mundo

El animal, de nombre Spike, fue adoptado por su dueña en el párking de una tienda y, ahora, con más de 23 años de edad pasará al libro Guinness de los récords.

Aitana Villegas
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Spike es una mezcla de chihuahua que mide 22,86 cm y tiene un peso de 5,85 kg. Cuando su dueña lo encontró hace más de 10 años en el parking de una tienda en Camden, Ohio (EEUU), no sabía que su nueva mascota terminaría por convertirse en el perro vivo más viejo del mundo. Así lo constata el Guinness World Records que ha ganado el pequeño animal, con una edad de “al menos 23 años y 7 días de edad”, según un certificado del pasado 7 de diciembre.

Su dueña, Rita Kamball, ha explicado a Guinness World Records que, cuando lo adoptaron, “le habían afeitado la espalda, tenía manchas de sangre alrededor del cuello de una cadena o una cuerda” y que, en definitiva “tenía un aspecto bastante dejado”, ha indicado la dueña. El dueño de la tienda donde lo encontraron “nos dijo que llevaba allí tres días y que le daban de comer sobras”, relata Kamball, que decidió llevarse al animal a su casa.

Las dueñas poseen una pequeña granja y apodaron al animal inspirándose en el personaje perruno de Tom & Jerry, ha contado Rita a Guiness. “Mi perro parecía todo lo contrario: era pequeño y amistoso, así que pensé que le quedaba bien”, dado que opina que su mascota “tenía la actitud de un perro grande”, ha apostillado. El ganador de este Guinnes es, además, ciego y tiene dificultades a la hora de oír bien. Pero, “en términos generales”, explica Kamball, “es genial” con sus nietos y “todavía mueve la cola cuando le hablan”.

“Lo ven como una celebridad”

Hasta ahora, este récord lo ostentaba una perrita de raza Toy Fox Terrier, de Carolina del Sur, que tenía 21 años de edad. Cuando la dueña de Spike vio esta noticia en el programa estadounidense de Jimmy Fallon, se dio cuenta de que su mascota era aún más longeva. Y, desde que el chihuahua tiene este reconocimiento, “lo ven como una celebridad”, ha asegurado Kamball.

En cualquier caso, ninguno de los dos animales ha superado al can más longevo jamás registrado. Se trataba de un perro de ganado australiano. Este se llamaba Bluey y falleció en 1939, con 29 años y cinco días de edad.

Para que un perro viva durante tanto tiempo, según Kamball hace falta que el animal lleve una dieta saludable, tenga espacio por el que vagar y en el que todos los días pueda hacer ejercicio, así como amor y atención.


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