Tensión en la F1 por los tuits del presidente de la FIA

Ben Sulayem cuestionó que el campeonato pudiera venderse por 20.000 millones y Liberty Media se rebrinca por las declaraciones.

Jesús Balseiro
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Las relaciones entre FIA y Fórmula 1 viven otro momento tirante. Mohammed Ben Sulayem, presidente de la FIA, cuestionó el pasado lunes mediante varios tuits que el campeonato hubiera alcanzado un valor de 20.000 millones de dólares (una cantidad similar en euros). El origen de sus declaraciones era una información de ‘Bloomberg’, que aseguraba que Liberty Media había rechazado una oferta para vender la F1 por esa cantidad a Arabia Saudí, y a la que ningún estamento había dado oficialidad.

Sin embargo, Liberty Media sí ha apreciado que el dirigente emiratí se ha excedido en sus funciones con ese comentario, a juzgar con la advertencia legal que han enviado sus abogados a la FIA, según adelantaron ayer varios medios.

“Como guardianes del automovilismo, la FIA, como organización sin ánimo de lucro, es cauta ante los precios inflados de 20 billones de dólares (unos 20.000 millones de euros, adaptando el billón anglosajón) puestos sobre la F1. Cualquier potencial comprador debe aplicar el sentido común y considerar el bien del deporte, además de llegar con un plan claro y sostenible, no solo una cantidad enorme de dinero. Es nuestro deber considerar el impacto futuro para los promotores en lo relativo a ‘hosting fees’ (el cánon para organizar carreras) y otros costes comerciales, además del impacto adverso que podría tener en los aficionados″, había escrito Ben Sulayem en su perfil de Twitter.

La Fórmula 1 como competición mantiene divididos el contingente deportivo y organizativo (FIA) del comercial (FOM), y esos derechos comerciales son propiedad de Liberty Media desde que los adquirieron a Bernie Ecclestone en 2016. Hasta ahora no han manifestado que tengan intención de vender, de hecho el campeonato se expande en Estados Unidos con tres carreras (Miami, Austin y Las Vegas) que pueden ser más a medio plazo.

En cualquier caso, es evidente que Ben Sulayem y Domenicali, CEO de la F1 (Liberty), no siempre están de acuerdo y el presidente de la FIA no tiene reparos a la hora de dar su opinión y mantenerse firme. Ya lo hizo a principios de año para defender el proyecto de Andretti-Cadillac ante el recelo de otras escuderías y la sensación de indiferencia por parte de FOM. Y eso sin entrar en las quejas de F1 cada vez que el reglamento de la FIA se ha enrevesado durante un gran premio. Aunque se espera que la incorporación de Steve Nielsen como director deportivo de la FIA, procedente de Liberty, sirva para encaminar al menos la parcela deportiva.


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