River estrenó a Martín Demichelis con el brillo de una de las piezas más lucidas del ciclo de Marcelo Gallardo: Nacho Fernández
El mediocampista volvió de Brasil y en su primer compromiso oficial fue amo y señor del juego millonario, más vertical, de menos pases; clara superioridad como visitante de Central Córdoba
El último partido de Nacho con la camiseta de River había sido el 13 de enero de 2021 en la dolorosa eliminación con Palmeiras, en Brasil, por la Copa Libertadores. Aquella noche lloró desconsoladamente porque sabía que su pase a Atlético Mineiro era un hecho. Pero pasaron poco más de dos años y regresó con un contrato por los próximos tres años. Porque lo sentía, lo necesitaba. “Extrañaba muchísimo el día a día que se vive acá”, dijo el mediocampista, de 33 años, al arribar. Y el tiempo hoy es un aliado para el número 10: cada día juega un poco mejor. Su actuación en Santiago del Estero fue solo la continuidad de lo que había mostrado en la pretemporada.
Suelto detrás del delantero colombiano Miguel Borja, la pelota siempre pasó por los pies de Fernández en los mejores tramos de River. Así, a los 16 minutos avisó con un remate de zurda que dio en el palo. Y a los 45, cuando terminaba el primer tiempo con el marcador sin goles, destrabó el partido con su calidad. Tras una recuperación alta en campo ajeno, Nacho inició bien la jugada con una rápida apertura de primera para el desborde de Casco por izquierda, Solari recibió el centro en el segundo palo y rebotó hacia atrás para la llegada del propio Nacho, quien resolvió con un fuerte remate de zurda al primer palo para el 1-0. Una buena jugada colectiva que potenció al equipo de cara a la segunda mitad.
Esa sonrisa de Nacho en el festejo de su gol es una imagen más que conocida de su primer ciclo entre 2016 y 2021 en el que jugó 186 partidos, anotó 31 goles, aportó 27 asistencias y conquistó nueve títulos en el club. Y tal como lo describió él mismo, sus últimos dos años en Brasil con 109 encuentros, 19 goles y cinco títulos en Atlético Mineiro lo hicieron mejor jugador. Está activo, maduro y sereno. Piensa, juega y hace jugar. Y sus compañeros se mueven a su ritmo. Así lo fue hasta que se retiró del campo, a falta de ocho minutos cuando fue reemplazado con el ingreso de Esequiel Barco.
Compacto del triunfo de River en Santiago del Estero
Tal como durante la mayoría de los cinco amistosos –con cuatro triunfos y un empate en los que marcó nueve goles y recibió solo uno–, River salió con un marcado esquema 4-2-3-1 con Enzo Pérez y Rodrigo Aliendro en el eje, Solari por la derecha, Fernández en el centro y José Paradela por la izquierda, más Borja como única referencia de área. Y el equipo fue creciendo de menor a mayor. Con el correr de los minutos se soltó cada vez más para exprimir esa constante tenencia de pelota con el ingenio del nuevo 10 como arma central.
A diferencia de los últimos años, este River intenta construir hacia adelante con menos pases. Sostiene la obligación de hacerse cargo del partido y tener el arco rival entre ceja y ceja, pero buscar lo antes posible el hueco por dentro o por fuera para romper la defensa rival es la misión principal del equipo de Demichelis. Y tampoco se expone demasiado: el DT entiende que debe construir su equipo de atrás para adelante y ayer logró su primera valla invicta sin que Franco Armani deba trabajar demasiado. Así, impone condiciones y se erige de atrás hacia adelante con la otra figura inoxidable de Enzo Pérez. Lo mostró tanto en los amistosos como en el debut oficial de anoche pese a las malas condiciones del campo de juego en el estadio Madre de Ciudades.
Ya en la segunda parte, con el resultado a favor, River resistió los primeros minutos en los que Central Córdoba intentó emparejar el trámite y luego aceleró a fondo para sellar la victoria. Primero, avisó con un remate de Solari de media distancia y un cabezazo de Aliendro que pegó en el poste. Y finalmente, a falta de veinte minutos para el cierre del juego, llegó otra buena jugada de derecha a izquierda que concluyó con un remate espectacular de Solari de primera al ángulo para alcanzar un muy celebrado 2-0.
El conjunto millonario pisó fuerte en Santiago del Estero e hizo prevalecer su jerarquía individual y los buenos chispazos de juego colectivo que viene mostrando en el inicio del ciclo de Demichelis. Enfrente, con un juego directo constante, Central Córdoba nunca pudo hacer frente a la potencia de su rival y fue sintiendo el desgaste físico de un partido que se le hizo demasiado cuesta arriba como para buscar el descuento. Tan es así que, además de los goles, River tuvo cuatro tiros en los palos y en el cierre Borja pudo haber concretado el 3-0, pero el arquero Ledesma le ahogó el grito.
Tras no ganar en la primera fecha cada uno de los últimos ocho torneos locales, el nuevo River rompió esa racha negativa que arrastraba desde 2017 y empieza a ilusionarse. El presente le impone un desafío enorme tras la salida de Marcelo Gallardo luego de ocho años y medio como entrenador. Y las primeras pinceladas de Demichelis en el banco de suplentes le permiten confiar. Tiene mucho por delante y un enorme potencial para crecer. Pero sabe cuál es su camino. Y por allí transita. Desde este sábado, ya con un primer triunfo en la espalda.
Síntesis de Central Córdoba 0 vs. River 2
- Central Córdoba: Marcos Ledesma; Brian Blasi, Fabio Pereyra, Gustavo Canto y Marcelo Benítez; Jesús Soraire, Enzo Kalinki, Leandro Ciccolini y Ciro Rius; Lucas Gamba y Facundo Castelli. Director técnico: Leonardo Madelón.
- Cambios: ST, Brian Farioli por Ciccolini; 17 minutos, Luis Miguel Rodríguez por Rius y Mauro Pittón por Soraire, y 27, Julián Navas por Blasi y Federico Jourdán por Gamba.
- River Plate: Franco Armani; Andrés Herrera, Jonatan Maidana, Emanuel Mammana y Milton Casco; Rodrigo Aliendro y Enzo Pérez; Pablo Solari, Ignacio Fernández y José Paradela; Miguel Ángel Borja. Director técnico: Martín Demichelis.
- Cambios: ST, 29 minutos, Franco Alfonso por Paradela y Bruno Zuculini por Aliendro, y 38, Robert Rojas por Herrera, Esequiel Barco por Fernández y Lucas Beltrán por Borja.
- Goles: PT, 44 minutos, Fernández (RP), y ST, 23, Solari (RP).
- Árbitro: Facundo Tello.
- Estadio: Madres de Ciudades, de Santiago del Estero.