Pelé fue sepultado tras un masivo homenaje, es eterno
La sepultura, precedida de una ceremonia religiosa, se realizó a puerta cerrada con presencia de los familiares del único tricampeón mundial del planeta, cuyos restos fueron ubicados en un mausoleo que recuerda un estadio de fútbol, inclusive con césped sintético.
El féretro negro que trasportaba al legendario exdelantero, fallecido el jueves pasado a los 82 años en Sao Paulo tras batallar contra un cáncer, llegó al lujoso cementerio a las 14:00 HB luego de un cortejo fúnebre que desfiló por siete kilómetros por la urbe.
El cuerpo salió del estadio Vila Belmiro del Santos, donde el exastro fue velado durante 24 horas por más de 230 mil personas, entre ellas algunas figuras destacadas.
El flamante presidente Luiz Inácio Lula da Silva acudió más temprano al velorio para recogerse ante el ataúd colocado sobre el césped del recinto deportivo, acompañado de la primera dama Janja, así como familiares de Pelé: su viuda Marcia Cibele Aoki e hijos del exastro.
Pelé “es una figura muy especial. No se puede comparar con nadie, ni como jugador de fútbol, ni como ser humano, con ese comportamiento fino y educado”, dijo Lula.
Mil goles
“¡Mil goles, mil goles, sólo Pelé, sólo Pelé jugó en mi Santos!”, cantaron los torcedores a lo largo del recorrido por esta ciudad de unos 430 mil habitantes, que tuvo su momento álgido cuando paró delante de la casa de Doña Celeste, la madre de 100 años de O Rei, cuyo estado de salud le impide ser consciente de la muerte de su hijo.
En el balcón de un humilde edificio, del que colgaba una imagen gigante de la figura del exdelantero, su hermana María Lucía saludó emocionada el cortejo. Rodeada de allegados, pero sin la presencia de su madre, la mujer de 78 años juntaba las manos y observaba emocionada la multitud cantando y ondeando banderas del Peixe.
“La despedida está a la altura de lo que se merece. Para mí, es el jugador más grande hasta la actualidad (...) deja mucha tristeza”, dijo a la AFP Rene Rodrigo da Silva, un psicólogo de 29 años que viajó desde su ciudad Taubaté, a unos 200 km de Santos. Katia Cruz, una santista de 58 años, tenía previsto seguir el cortejo en moto, tras haber esperado cuatro horas para acceder de madrugada al estadio.
“Fue el rey”, pero también “una persona muy buena, con los pies en el suelo (...) tenía una humildad que los jugadores de hoy en día no tienen”, dijo esta mujer cuyo esposo se quedó en casa porque estaba “inconsolable”.
Trascendió rivalidades
El cariño de los brasileños por el hombre que internacionalizó a Brasil rompió incluso con animadversiones entre hinchadas.
Enfundado en la camisa del Corinthians de Sao Paulo, principal “víctima” de Pelé, y con una bandera brasileña en el cuello, el comediante Jonatas Versolato llegó al cementerio a despedir al exjugador tras viajar temprano a Santos desde Peruibe, un municipio a 85 kilómetros.
“Es una sensación difícil, porque Pelé, además de ser ídolo nacional, es ídolo mundial y es su último adiós, queda una nostalgia muy grande”, afirmó.
El entierro pone fin oficialmente a varios días de luto en Brasil, que debe tres de sus cinco Copas del Mundo al exdelantero, autor de 1.283 goles –según sus propias cuentas– en 21 años de carrera jugando en el Santos, el Cosmos de Nueva York y la Seleção.