Nacho tiene sitio
El canterano se reivindica pese a su rol de cuarto central de la plantilla del Real Madrid. Acaba contrato en junio y le rondan varios equipos, aunque tiene pactada la renovación por un año más.
En ese aspecto, quedaron muy señalados Militao y Rüdiger en ambos goles, algo menos Mendy y el mejor parado fue un Nacho que participó como lateral derecho ante las ausencias de Lucas Vázquez y Carvajal y que volvió a demostrar una eficacia enorme donde sea que le pongan. En Vila-real, salvó el cuello del Real Madrid en la primera parte, condición indispensable para que los blancos llegasen al descanso con opciones de culminar la remontada que se dio en la segunda mitad.
El canterano evitó dos goles cantados en dos contragolpes del Villarreal, en ambos casos con Yéremy Pino como protagonista; le cerró la puerta al canario por dos veces con Courtois prácticamente vendido. Ganó el 70% de los duelos (7 de 10), recuperó tres balones (el Villarreal buscó mucho menos al Madrid por su banda, consciente de que le iba a ser más difícil entrar por ahí) y tomó ciertos riesgos con balón, con un 78% de pases buenos.
Un partido para reivindicarse pese a que sabe, por boca del propio Ancelotti, que es el cuarto en la carrera de los centrales desde que llegó Rüdiger. Y eso que el rendimiento del alemán no acredita en este momento una posición de privilegio, pero Ancelotti es permeable a las decisiones de club y tira del teutón siempre que puede, lo cual perjudica al español: Alaba lleva 1.806 minutos, Militao 1.690′, Rüdiger 1.525′ y Nacho, apenas 732′.
Nacho y una renovación pactada
Al propio Ancelotti se le escapó en rueda de prensa que la posición de Nacho en la plantilla era complicada tras la llegada de Rüdiger: “Rüdiger es un central de clase mundial, como Militao y Alaba. Y también está Nacho, que está jugando menos que los demás. Siempre ha cumplido cuando ha jugado...”. Sin quererlo o meditarlo demasiado, Ancelotti sacó a Nacho de ese grupo de centrales de “clase mundial”; pero el de Alcalá no se ha dejado afectar, también porque sabe que el italiano tiene gran concepto de él, como ya dejó claro el curso pasado: “Nacho tiene la capacidad de estar concentrado los 90 minutos. No todos los defensas lo pueden hacer. Hay dos tipos de defensas, a mi modo de entender el fútbol: el optimista y el pesimista. Y él es un defensor pesimista, siempre piensa que algo puede pasar y por eso está concentrado los 90 minutos”.
Y todo esto, con el futuro del central en el aire: Nacho termina contrato el 30 de junio de 2023, fecha a la que llegará con sus 33 años recién cumplidos. Son varios equipos los que rondan al defensor, en las últimas fechas han salido rumores relacionados con el Bayern de Múnich y siempre ha tenido un cartel especial en Italia, donde le han querido la Juventus, el Nápoles, la Roma... Su polivalencia, esa capacidad para jugar en los cuatro puestos de la defensa, es una cualidad que cualquier equipo querría para sí mismo. Pero el Madrid nunca le abrió la puerta ni él forzó para que la abriesen, pues la idea de finalizar su carrera como un One Club Man le seduce. En cualquier caso, si saliese, sería fuera de España; no quiere jugar ante el Madrid de forma recurrente. Y en cualquier caso, la opción de que continúe de blanco está más que vigente: su renovación por un año más está pactada de palabra, a la espera de que finalice la temporada para hacerla efectiva, como el Madrid viene haciendo con los jugadores veteranos que acaban contrato.