La ‘cara B’ de Bellingham

El centrocampista inglés del Borussia Dortmund dio una entrevista en los medios oficiales de su club en los que da muchas pistas sobre su método de trabajo.

Marco Ruiz
As
Jude Bellingham (19 años) es hoy por hoy el futbolista que centra más los focos en el mercado. Lo es por el manifiesto interés del Real Madrid en su fichaje para completar la renovación en el centro del campo. El centrocampista está en Marbella con el Borussia Dortmund. Allí dio una amplia entrevista a los medios oficiales de su club en los que mostró su otra cara, la de un joven deportista que es extremadamente metódico en su trabajo e hiper exigente consigo mismo. Es la clave de su éxito. Este es un extracto de la entrevista...

-¿Cómo se vio en el Mundial?

-Estaba muy orgulloso de ello. Pero no puedes estar satisfecho porque fuimos allí con la intención de ganar. Y realmente sentí que teníamos la oportunidad de hacerlo. Especialmente después de que pasamos contra Senegal. Sólo quedaban tres partidos. Si hubiéramos ganado a Francia y pasado, quién sabe qué hubiera pasado. Disfruté la presión de los partidos y la responsabilidad que me dio el entrenador. Mi mejor partido fue probablemente contra Senegal, cuando tuve más libertad. Fue agradable jugar con tanta libertad.

-¿Siente la presión?

-Creo que la presión que te pones a ti mismo proviene de la falta de preparación y la falta de confianza. Por suerte no me falta confianza y trato de estar siempre preparado en todo momento. Así que siempre estoy bastante seguro de que puedo lograr las cosas que quiero lograr (...). Solo aprendo cada año y trato de usar cualquier experiencia que haya tenido y las experiencias de otras personas con las que hablo para mejorar mi juego. Soy como una esponja y absorbo tanto como sea posible.

-¿En qué ha mejorado?

-Soy un poco más decisivo ahora cuando llego al último tercio. Puedo influir en el juego. Cuando sumas eso, es mucho más valioso para el equipo y afecta el resultado final. Eso es algo que ha mejorado mucho. Y diría que he mejorado un poco de todo. Sin embargo, todavía tengo un largo camino por recorrer, con todo tipo de pequeñas cosas. Puedo posicionarme mejor. Puedo robar más bolas. Y aunque ahora he empezado a anotar con más frecuencia, sigo pensando que puedo hacerlo aún mejor. Para ser honesto, hubo un par de juegos en los que perdí oportunidades de gol. Me equivoqué y estuve muy molesto durante un par de semanas después de eso. Tengo la mentalidad de que puedo mejorar en todo.

-¿Demasiado exigente?

-Honestamente, no duermo bien después de un partido. Tampoco duermo muy bien durante la semana. A veces te presionas tanto que no puedes dormir. Me resulta muy difícil conciliar el sueño después de los partidos porque tu mente nunca descansa. Hay momentos destacados y piensas: oh, eso fue genial. Pero luego estuvo el partido contra Stuttgart, por ejemplo, donde ganamos 5-0 en casa y marqué dos goles y pensé que debería haber marcado un tercer gol. Estaba acostado en la cama y me enviaron las escenas del juego a mi teléfono celular. Observé la escena donde podría haber hecho una carrera y tenía un mejor ángulo para anotar. Y solo pensé ¿por qué no hice eso? Te molesta tanto que te excedes y finalmente simplemente lo apagas. No puedes recordar quedarte dormido. Luego por la mañana te despiertas, pero es realmente extraño. Has puesto tanto en el juego física y emocionalmente que es difícil apagar la adrenalina cuando termina porque todavía está bombeando a través de tu cuerpo.

-¿Se deja la piel en el campo?

-No me rindo pase lo que pase, especialmente en los juegos que son apretados o donde estamos arriba 1-0 o detrás. Renunciar no es una opción para mí. Cuando estoy en el campo, tengo que hacer todo lo posible para ganar. Es cuestión de cabeza. Pero por supuesto hay que prepararse físicamente. Otra cosa que aprendí de los jugadores experimentados es cómo preparan sus cuerpos. Por ejemplo, ahora siempre hago baños de hielo y presto atención a la regeneración. Si no haces las pequeñas cosas hoy, puede tener un impacto el fin de semana.

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