Fracaso sanitario: el régimen chino confirmó más de 13.000 muertes por COVID entre el 13 y el 19 de enero
El gigante asiático dejó de publicar boletines diarios sobre la evolución de los contagios y fallecimientos para hacerlo de forma semanal, debido a que el final de las pruebas rutinarias de PCR para la población impedía conocer la propagación del virus
Entre estos casi 13.000 decesos, el Centro de Control y Prevención de Enfermedades (CDC) del país asiático diferencia entre 681 producidos directamente por la covid y otros 11.977 en casos en los que también influyeron otras dolencias subyacentes.
La última actualización de la institución da parte de más de 470.000 hospitalizados por covid en todo el país, de los que unos 52.000 se encontraban graves.
Desde finales de diciembre, China dejó de publicar boletines diarios sobre la evolución de los contagios y fallecimientos por covid para hacerlo de forma semanal, debido en parte a que el final de las pruebas rutinarias de PCR para la población impedía conocer la propagación del virus de manera precisa.
En las últimas semanas, algunas voces han puesto en duda la veracidad de las cifras de fallecimientos ofrecidas por China, que contrastan con estimaciones como las de la compañía británica de análisis del sector sanitario Airfinity, que aseguró recientemente que se podrían llegar a alcanzar unas 36.000 muertes al día durante las vacaciones del Año Nuevo Lunar -del 21 al 27 de enero- en el país.
Este mismo fin de semana, el epidemiólogo jefe del CDC, Wu Zunyou, estimó en redes sociales que un 80 % de la población china ya había contraído la enfermedad en el marco de la primera gran ola de contagios tras el desmantelamiento del “covid cero”, lo que situaría la cifra de casos en unos 1.129,4 millones.
La cifra supera la estimación que ofreció hace poco más de una semana un estudio de la Universidad de Beijing, que hablaba de unos 900 millones de contagios hasta el 11 de enero.
El director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus, había asegurado la semana pasada que China no estaba facilitando cifras completas de fallecidos por COVID en el actual brote, lo que impide saber el verdadero alcance de la enfermedad incluso a nivel global.
China defiende que ha compartido sus datos “de forma abierta, puntual y transparente” desde el inicio de la pandemia, y ha pedido a la comunidad internacional que evite “politizar la pandemia” a raíz de las restricciones impuestas a los viajeros procedentes del país asiático, como la exigencia de algunos países de presentar pruebas PCR antes de viajar.
Tras casi tres años de unas duras restricciones, confinamientos y cierre prácticamente total de fronteras que acabaron cristalizando en protestas en diversas partes del país, China comenzó a desmantelar el “covid cero” a principios de diciembre, y el pasado 8 de enero redujo de la categoría A -nivel de máximo peligro- a la B la gestión de la enfermedad, marcando así en la práctica el final de esta estrategia.