Estados Unidos, el Reino Unido y Alemania evalúan el envío de tanques a Ucrania para resistir la nueva ofensiva de Putin
Durante meses los aliados descartaron la posibilidad para no provocar a Rusia. Hoy, ante el urgente pedido de Kiev, las nulas perspectivas de conversaciones de paz y el estancamiento en el campo de batalla, están cambiando su parecer
Recientemente, Estados Unidos anunció que entrenará a un grupo de soldados ucranianos en el uso de los misiles Patriot que, por primera vez, forman parte del paquete asistencial que envían para hacer frente a la guerra contra Rusia. A su vez, Alemania confirmó que suministrará a Ucrania vehículos blindados de transporte de tropas y una batería de misiles Patriot, al tiempo que Francia también prometió envíos a los campos de batalla ucranianos.
Las decisiones de los gobiernos de Occidente de sumar los modernos carros de combate a la lista de armas para Ucrania demuestran que están asumiendo más riesgos para defender a Kiev, de acuerdo a The New York Times.
Esta semana, el Gobierno británico reconoció que analiza la posibilidad de enviar tanques a Ucrania y que seguiría coordinando su apoyo con los aliados, tras los anuncios de Alemania, Francia y Estados Unidos. Polonia también se mostró dispuesta a entregar a Ucrania una compañía de tanques Leopard “como parte del establecimiento de una coalición internacional”. Sin embargo, como Alemania los fabrica, Berlín tendría que ser quien autorice su traslado a un tercer país.
Ucrania espera que el aumento de la presión termine por convencer al canciller alemán, Olaf Scholz, para que autorice la exportación de tanques de fabricación alemana que se encuentran en los arsenales de otros aliados de la OTAN, según The New York Times. Los tanques Leopard 2 son de los más codiciados por Kiev y los expertos creen que contar con ellos aumentaría la capacidad de Ucrania para contrarrestar a las fuerzas del Kremlin.
Scholz todavía no tomó una decisión, pero sus socios de coalición, los Verdes y los Demócratas Libres, ya expresaron su apoyo al envío de los tanques. Por su parte, el ministro de Economía alemán, Robert Habeck, se mostró abierto en principio al plan de Polonia en lo que respecta a los Leopard al afirmar que Alemania “no debe interponerse cuando otros países toman decisiones para apoyar a Ucrania”.
Además, eso debería ser así “independientemente de las decisiones que tome Alemania”, agregó.
Hace unas semanas, el comandante militar de mayor rango de Ucrania, el general Valery Zaluzhny, presentó su lista de de equipamiento militar que considera necesaria para repeler la inminente ofensiva rusa. “Sé que puedo vencer a este enemigo. Pero necesito recursos. Necesito 300 tanques, 600-700 IFVS, 500 obuses”.
El sentido de urgencia de los tanques aumenta mientras los soldados continúan resistiendo a las fuerzas rusas en Soledar, mientras más de 500 civiles, incluidos menores, permanecen atrapados en la ciudad minera del este del país.
Soledar se encuentra a menos de 10 km al noreste de la ciudad de Bajmut, donde los combates han hecho estragos durante meses en una de las batallas más sangrientas de la guerra, apodada la “picadora de carne”.
“Incluso si tanto Bajmut como Soledar caen en manos de los rusos, no va a tener un impacto estratégico en la guerra en sí”, dijo a los periodistas en la Casa Blanca el portavoz del Consejo de Seguridad Nacional de Estados Unidos, John Kirby, “y desde luego no va a detener a los ucranianos ni a ralentizarlos.”
El presidente de Ucrania, Volodimir Zelensky, anunció este jueves el envío de refuerzos militares a las ciudades de Soledar y Bajmut, en un área donde se centran actualmente los esfuerzos de las Fuerzas Armadas de Rusia.
“El tema principal es Soledar, Bajmut, la lucha por la dirección de Donetsk en general. Hemos analizado en detalle qué decisiones se necesitan, qué refuerzos se necesitan, qué pasos deben tomar los comandantes en los próximos días”, declaró Zelensky, después de una reunión con el Estado Mayor.
Desde que comenzara la guerra hace casi un año, Occidente se resistía a entregar algunas de sus armas más poderosas a Ucrania, ante el miedo de que eso llevara a la OTAN a un conflicto directo con Rusia. Pero ahora, viendo la determinación de Ucrania a resistir, las casi nulas perspectivas de conversaciones de paz a corto plazo y el estancamiento en el campo de batalla, los aliados de la OTAN están comenzando a ceder.