Épica y polémica: Doncic se impone a LeBron en un partido titánico

Los árbitros no señalaron una falta muy clara sobre Troy Brown al final del tiempo reglamentario y los Mavs sobrevivieron en la segunda prórroga.

Alberto Clemente
As
Hubo de todo. Tiros que se salieron de dentro, otros que forzaron prórroga, dos tiempos extra, revisiones, casi tres horas de partido, exhibiciones increíbles y, claro, mucha polémica. El Lakers-Mavs se resolvió a favor de los texanos de forma controvertida, pero no por ello injusta. Al final, 115-119 en un enfrentamiento que se alargó mucho, que volvió a tener a Luka Doncic de capitán general, que contó con un LeBron James exhausto, con un Russell Westbrook capaz de lo mejor y de lo peor y con una demostración de que el nivel de la Conferencia Oeste no es el que era. Los angelinos perdieron la posibilidad de meterse en el play-in, pero siguen en la pelea a pesar de su récord negativo (19-23 ahora). Los texanos, con un 24-19 que no es de locos, se colocan en el top 4 gracias, en buena parte, a las exhibiciones de un Doncic que sigue caminando de la mano de la historia y que intenta llevar a una plantilla muy justa lo más lejos posible.

Lo más protestado fue al final del tiempo reglamentario: Doncic había puesto el empate (101-101) con un triple extraordinario y el balón era para los Lakers con 6 segundos para la conclusión. LeBron habilitó a Troy Brown y éste falló el triple, pero recibiendo un fuerte manotazo, muy claro, en el intento de tapón de Tim Hardaway Jr.. Los colegiados no señalaron nada a pesar de los gestos de incredulidad de los jugadores locales y todo se volvió a poner en marcha. Doncic volvió a empatar, esta vez a 108, con otro triple con 48 segundos para el final de la primera prórroga... LeBron penetró a aro pasado y volvió a protestar, aunque esta vez el tapón de Christian Wood (inconmensurable en este aspecto, llegó hasta las 5 chapas) pareció legal. Sí pudo haber falta (en ningún caso comparable a la anterior de Brown) a Wendell Carter Jr. en la lucha por el rebote, pero tampoco se señaló. Y con dos oportunidades perdidas, lo que perdieron los Lakers fue el partido.

Fue la lucha titánica de un partido de no tanto nivel, nada comparable a la clase alta que, en sus primeros puestos, ha comido la tostada en la Conferencia Este. Doncic se fue a 35 puntos, 14 rebotes y 13 asistencias y tuvo su particular pique ante Westbrook, que se lanzó ante él en la primera prórroga cuando el esloveno se disponía a pedir tiempo muerto en una jugada muy similar en la que Patrick Beverley lesionó al propio Westbrook en 2013, en la primera ronda de los playoffs. Ambos jugadores se disculparon, la flagarante dio dos tiros libres a Doncic (ambos fallados), pero la polémica y la tensión aumentaron, incluida la posibilidad de ver a Jason Kidd sujetando a su jugador en cuanto recibió la falta.

Westbrook hizo un buen encuentro: 28 puntos, 7 rebotes, 5 asistencias, 2 robos con sólo 3 pérdidas. En 40 minutos, lanzó un buen 10 de 23 en tiros de campo, con 3 de 6 en triples, un buen partido que no tuvo su remate final y en el que LeBron ejerció de protagonista con demasiada frecuencia y poco acierto en las prórrogas finales, que extendieron su participación en el partido hasta los 46 minutos, demasiada tralla para un hombre de 38 años en su 20ª temporada NBA: 24+16+9, pero un pobr´simo 9 de 28 en tiros y, sobre todo, un 0 de 7 en triples que fue demasiado doloroso en la prórroga, cuando estaba exhausto y ya no podía penetrar. Y que fue, también, una buena representación de lo que hicieron los Lakers en el choque: 10 de 41 desde el exterior, una cifra paupérrima que los Mavs no mejoraron por mucho (14 de 42) y que mostró la peor cara de la era de los triples, esa de la exageración y el fallo por doquier.

El resto, un poco de todo: gran encuentro de Christian Wood (24+14+6), bien además en defensa (es lo que siempre le ha pedido Kidd), 17+4+4 de un Spencer Dinwiddie que tomó buenas decisiones en la prórroga (en la penetración y en el poste) y 22 de Tim Hardaway con 3 de 11 en triples. En los Lakers, Kendrick Nunn (12) y Wendell Gabriel (14) aportaron desde el banquillo, quitándole el puesto el pívot a su homólogo titular en la prórroga, un Thomas Bryant que podría haber aparecido en el tiempo extra pero que, con 11+9 en 23 minutos, Darvin Ham decidió reservar. Los Lakers, que llegaron a perder de 19 puntos, tuvieron el partido en su mano y bien cerca que estuvieron de conseguirlo... pero esa falta no pitada a Brown y, sobre todo, la concatenación horrenda de fallos calamitosos impidió la machada. Otra historia, mismo final.

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