El mundo multiplica los controles a los viajeros procedentes de China ante el miedo de una nueva ola de contagios de COVID-19

A partir de los primeros días de enero, Estados Unidos, Japón, Canadá y Australia exigirán un PCR para entrar en su territorio, mientras que Marruecos directamente prohibió la entrada a turistas chinos

”Esta medida es una respuesta a la ola significativa de infecciones de COVID-19 en China y a la posibilidad de aparición de variantes de virus en este país”, explicó el ministro australiano de Sanidad, Mark Butler.

La exigencia de una prueba PCR negativa empezará a aplicarse a partir del 5 de enero a cualquier pasajero llegado de China.

El gobierno de Canadá había anunciado antes una medida idéntica en “respuesta al aumento de COVID-19 en la República Popular de China y debido a los pocos datos epidemiológicos y de secuenciación del genoma disponibles sobre estos casos”.

Marruecos fue más lejos y directamente prohibió la entrada en su territorio a todos los pasajeros procedentes de China a partir del 3 de enero.

La gente espera con equipaje en una estación de tren, en medio del brote de la enfermedad coronavirus (COVID-19), en Wuhan, provincia de Hubei, China, 1 de enero de 2023. REUTERS/Tingshu Wang
La gente espera con equipaje en una estación de tren, en medio del brote de la enfermedad coronavirus (COVID-19), en Wuhan, provincia de Hubei, China, 1 de enero de 2023. REUTERS/Tingshu Wang

Aunque varios países europeos como Francia, Italia y España ya han restringido la llegada de viajeros de China, todos los Estados miembros de la Unión Europea deben reunirse el miércoles para discutir una respuesta común, anunció Suecia, que asume a partir de este domingo la presidencia semestral del bloque.

”A falta de información completa de China, es comprensible que los países tomen las medidas que creen que protegerán a sus poblaciones”, afirmó el director de la Organización Mundial de la Salud (OMS), Tedros Adhanom Ghebreyesus.

Casi tres años después de la detección de los primeros casos de coronavirus en Wuhan (centro), China desmanteló a principios de diciembre su draconiana política sanitaria de “covid cero”.

Desde entonces, los hospitales se llenaron de pacientes, en su mayoría ancianos, los crematorios se encuentran saturados y numerosas farmacias carecen de medicamentos contra la fiebre.

El país informó el domingo de 5.100 nuevos contagios y un muerto por la enfermedad. Sin embargo, los expertos consideran que estas cifras no encajan con la realidad ante el fin de las pruebas para la detección de virus sistemáticas y la redefinición de las muertes por COVID.

Un trabajador médico con traje protector registra información para un paciente en la entrada de la clínica de fiebre del Hospital Central de Wuhan, en medio del brote de la enfermedad por coronavirus (COVID-19), en Wuhan, provincia de Hubei, China, el 31 de diciembre de 2022. REUTERS/Tingshu Wang
Un trabajador médico con traje protector registra información para un paciente en la entrada de la clínica de fiebre del Hospital Central de Wuhan, en medio del brote de la enfermedad por coronavirus (COVID-19), en Wuhan, provincia de Hubei, China, el 31 de diciembre de 2022. REUTERS/Tingshu Wang

“Luz de la esperanza”

”La prevención y el control de la epidemia han entrado en una nueva fase. Todavía estamos en un momento difícil”, pero “la luz de la esperanza está ante nosotros”, afirmó el presidente Xi Jinping en un discurso televisado de Año Nuevo.

Importantes multitudes se congregaron para festejar el fin de año en Shanghái y Wuhan, aunque los internautas hablaban de celebraciones más tranquilas que los años anteriores.

La OMS anunció el viernes que se había reunido con responsables chinos para abordar el repunte de la epidemia y que les había pedido compartir “de forma regular y en tiempo real datos específicos sobre la situación epidemiológica”.

Un reciente estudio de investigadores chinos publicado en la revista “Frontiers of Medicine” reveló que existía unas 30 subvariantes de Ómicron circulando en Shanghái desde hace meses.

En su discurso de Año Nuevo, la presidenta taiwanesa, Tsai Ing-wen, dejó de lado las tensiones con Beijing y dijo que estaban “dispuestos a aportar la asistencia necesaria en base a preocupaciones humanitarias”.

Un reciente estudio de investigadores chinos publicado en la revista “Frontiers of Medicine” reveló que existía unas 30 subvariantes de ómicron circulando en Shanghái desde hace meses. REUTERS/Florence Lo/File Photo
Un reciente estudio de investigadores chinos publicado en la revista “Frontiers of Medicine” reveló que existía unas 30 subvariantes de ómicron circulando en Shanghái desde hace meses. REUTERS/Florence Lo/File Photo

China, que durante la mayor parte de la pandemia adoptó una estrategia de “COVID cero” que impuso duras restricciones destinadas a erradicar el virus, alivió abruptamente esas medidas en diciembre. Las autoridades chinas dijeron anteriormente que a partir del 8 de enero, los viajeros extranjeros ya no necesitarán ponerse en cuarentena al llegar a China, allanando el camino para que los residentes chinos viajen.

Hong Kong también se está preparando para viajar sin cuarentena a China, con planes para reanudar las operaciones de más puntos de control fronterizos a partir del 8 de enero, según una publicación en Facebook del secretario jefe de Hong Kong, Eric Chan.

Sin embargo, se mantendrá una cuota que limita el número de viajeros entre los dos lugares.

“Dependiendo de la primera fase de la situación, expandiremos gradualmente la escala para una reapertura completa de la frontera”, dijo Chan.

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