“El crimen organizado ya ha empezado a dispararle al Estado” y otras 13 revelaciones de Romero sobre el narcotráfico en Bolivia

El exministro de Gobierno revela que la producción e importación de coca, la venta de precursores se han disparado. Dice que los narcos ganan terreno con los avasallamientos y el Gobierno mira a otro lado

El Deber 

El exministro de Gobierno, Carlos Romero, en entrevista con el programa ¡Qué Semana!, que se transmite todos los sábados por EL DEBER Radio, hizo 14 revelaciones sobre el narcotráfico en Bolivia, su crecimiento, sus rutas y la admisión de que aunque aún el país no es un narcoestado, va en camino a ello.


1.- El narcotráfico ha penetrado instituciones del Estado   

“Parto de la hipótesis de que en Bolivia en los últimos años tenemos una agenda política demasiado intensa y poralizada; y eso nos distrae en concentrarnos en decisiones estratégicas de Estado que son urgentes, con la gestión pública misma y particularmente con las denuncias de corrupción pública y de protección al narcotráfico que desde mi lectura han crecido muchísimo, al extremo de que se han convertido en factor cohesionador del sistema político y que ha penetrado a una parte de la Policía Nacional, una parte de las FFAA y fuertemente al sistema de justicia”.

2.- Los enclaves territoriales estratégicos

“Necesitamos proyectar una política de Estado y blindarnos ante un avance descomunal que se está produciendo en el narcotráfico hasta el punto de controlar enclaves territoriales estratégicos”.

3.- Hay zonas inaccesibles por el narcotráfico 

“En Bajo Paraguá opera el narcotráfico, hay zonas que son prácticamente inaccesibles para el Estado Boliviano. Estamos hablando del Tuna y de las Petas en las que se expandió con rutas de droga hacia Argentina y Paraguay. Hemos identificado incluso con coordenadas, pistas donde opera el narcotráfico”.

4.- Las rutas del narcotráfico de Bolivia al exterior

  “Hay zonas en las que se expandió esta actividad. En todo el corredor del Chaco, desde Cordillera de Santa Cruz hasta Yacuiba, en Tarija, donde se activaron rutas de tráfico de drogas a Argentina y Paraguay. Lo que vemos es una irradiación del narcotráfico, un dominio de enclaves territoriales y una disputa por el control de las rutas que generan acciones de sicariato y violencia”.

5.- Una necesaria reforma judicial para atacar al narco

“Es necesaria una reforma en la justicia. No es lo mejor seguir con elegir jueces por voto porque eso nos ha llevado a la cooptación del electorado y al auspicio de campañas de candidatos con dineros muchas veces de dudosa procedencia, eso ha ocurrido con candidaturas en el Beni o en Santa Cruz… El sistema judicial es una de las instituciones más deslegitimadas y más peligrosas en nuestro país, al extremo de que ahora asistir a un litigio judicial es más o menos asistir a una subasta donde uno debe buscar al mejor mediador para discutir el precio del juicio antes de hacer cumplir lo que cumple en derecho”.

6.- El narcoestado

“El narcotráfico penetró al Estado. Hay la lectura errada de que cuando el narcotráfico controla algún nivel de autoridades políticas, o de dispositivos legislativos o judiciales o del control de la fuerza pública, estamos en presencia del narcoestado. No es un concepto que se adapte a Bolivia. El narcoestado es paralelo, oscuro, corrupto. El narcoestado es un establishment criminal que controla territorio, economía, que cohesiona estructuras sociales, tiene su propio sistema de justicia que es fáctico y se expresa en el sicariato. que regula el crimen organizado”.

7.- El narco, una industria que coopta empresas formales

“En Bolivia estamos en camino a un narcoestado, no vivimos en un narcoestado que es una actividad económica, una industria que instala y se expande en la medida en que esa jurisdicción territorial le permite hacerlo. Cuando se instala y se expande el empresario formal deberá aceptar, negociar y hasta formar alianzas con el narcotraficante para lavar su dinero, capitalizarse o regular los términos de la competencia. El político deberá negociar con sectores mafiosos para darles representación política, porque correrá el riesgo de que su contrintante lo haga. Lo mismo con el dirigente deportivo, amenazado porque su clásico rival obtendrá dinero sucio, y explorará la posibilidad de hacer lo mismo. Estamos en ese camino”.

8.-  Una ruta corroborada

“En nuestra gestión permitimos un envío controlado. Dejamos pasar la droga por los aeropuertos de Viru Viru, Santa Cruz, Barajas en Madrid, París, arribó a Bruselas, desde donde se distribuyó a Europa y África. Era una ruta que se iniciaba en san Borja, Beni, continuaba por un sector de la Chiquitanía y se juntaba con el negocio de la madera. Instalamos un dispositivo tecnológico que fue desmantelado, como lo hicimos en Charaña con un sistema de scanners y todo eso fue desmantelado”.

9.- Coca peruana

“Tenemos contrabando de coca peruana para procesamiento de droga, por eso ha bajado el precio de la coca. La comercialización estaba en control de los dirigentes y lo que pasaba en Yungas es que casi un tercio de los registrados no estaban en la base del Segip. Hay coca peruana para procesamiento de droga, hay una expansión en la zona peruana del Braem como en Colombia”.

10.- La droga que no se cuenta

“Por cada tonelada de droga que se incauta en Bolivia, circulan mil toneladas que no se secuestran, de acuerdo al informe de organismos internacionales. La materia prima y los precursores están descontrolados”.

11.- Los avasallamientos y el crimen organizado

“Los avasallamientos tienen cobertura del crimen organizado, se han irradiado hacia la zona de Guarayos y se conectan peligrosamente con la provincia Marbán de Beni. Eso es muy peligroso. Los operadores de la economía ilegal ejercen presión para mantener el control de esa zona, lo mismo ocurre en la Chiquitania”.

12.- "Un crimen organizado que empieza a dispararle al Estado"


“Los nuevos avasalladores ya no son gente que entra con sus abarcas y vestimentas de occidente. Llegan en camionetas moderna, encapuchados, con armas de fuego, y tienen desplegados grupos con instrucción militar, como ocurrió en Las Londras y nosotros seguimos mirando al costado. Hubo muertos, se les dispara cada vez más a las fuerzas del orden. Ya no estamos ante un crimen organizado que apuesta por la penetración del Estado, sino ante un crimen organizado que empieza a dispararle al Estado. Hoy son policías, mañana pueden ser jueces, políticos o periodistas que aborden el tema. Estamos entrando a la lógica del cártel de Medellín”.

13.- "El crimen organizado accede a tecnología sin hacer licitaciones"

“En la medida en que el sistema político mire a un lado, la lucha será cada vez más difícil. El crimen organizado se empodera, porque no necesita marketing, sino enviciar a los jóvenes. Ese cliente le irá a rogar por un gramo de droga. Tiene a 40 millones de personas en el mundo que son drogodependientes. El crimen organizado accede a tecnología sin hacer licitaciones, sin calificar a los concursantes, lo compra en mercados negros. En la medida en que se tolera esta actividad, crece y crece. Luego el Estado no tiene el mismo ritmo para fortalecerse y enfrentarlo”.

14.- El Gobierno ha perdido el control

“El Gobierno nacional no tiene control de esto, quiere tapar el sol con un dedo, solamente nos responde con insultos cuando hacemos denuncias y el sistema político es cómplice porque los mecanismos de fiscalización parlamentaria se diluyen. No es normal que un ministro tenga nueve meses retrasada una interpelación sobre un mismo tema, eso es complicidad”.


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