Cristiano Ronaldo fue presentado en Al-Nassr: los desafíos del crack que considera que su trabajo en Europa “está hecho”... aunque podría volver
El postugués fue presentado ante una multitud; compartirá vestuario con el argentino Gonzalo “Pity” Martínez
“El mundo del fútbol está muy avanzado, la liga es muy competitiva y estoy contento de estar aquí. Tengo ganas de jugar, incluso mañana si el entrenador me da la oportunidad”, agregó el delantero portugués. Sin embargo, parece poco probable que García lo tenga en cuenta para el próximo partido, frente a Al-Tae’e, este jueves. Sí es más factible que el portugués haga su debut el sábado 14, como visitante ante Al-Shabab, el equipo en el que juega el argentino Ever Banega. “No es el final de mi carrera”, insistió Ronaldo ante las preguntas sobre su elección de la liga saudí. La prensa inglesa reportó, por ejemplo, que en el contrato del astro portugués habría una cláusula de salida en caso de que el Newcastle, de la Premier League y también controlado por capitales saudíes, se clasifique a la próxima Champions League.
Después de las palabras, CR7 fue hasta el vestuario de su nuevo equipo a saludar a sus compañeros. Hubo apretón de manos para todos. Ya enfundado en sus nuevos colores (azul y amarillo), el flamante refuerzo saludó a un futbolista que se graduó con el blanco y el rojo: el argentino Gonzalo “Pity” Martínez, ex River, quien lleva la 10 del equipo saudí. “Bem vindo Cristiano”, decía la bandera que desplegaron los hinchas del Al-Nassr para darle la bienvenida al astro portugués, quien salió a la cancha, saludó y les dedicó más gestos de agradecimiento. No hubo un festejo con el clásico “¡Siiiuuuuu!”, inmortalizado cada vez que convierte un gol. “Es un placer y un honor estar aquí. Voy a dar lo mejor por el club”, dijo el crack de 37 años. El “Ronaaaldo, Ronaaaaldo” bajó desde los cuatro puntos cardinales del Mrsool Park, el estadio con capacidad para 25 mil personas que ya es su nueva casa y que, seguramente, lucirá el cartel de “entradas agotadas” en la primera función del portugués.
“Quiero hacer feliz a la gente, ayudar al país a ser mejor”, añadió Ronaldo, antes de ver cómo su mujer, Georgina Rodríguez, y sus hijos se asomaban por el vestuario y recorrían algunos metros hasta la mitad de la cancha para encontrarse con él. El portugués sonreía y agradecía, una y otra vez. Tuvo una presentación de estrella de rock, pero muy lejos de aquella en el mítico Santiago Bernabéu, abarrotado en 2009 para recibirlo como la pieza principal de Los Galácticos, el equipo de cracks que había planificado el presidente Florentino Pérez. Aquella vez hubo cerca de 85 mil personas en la catedral blanca.
La liga de Ramón Díaz y Ever Banega
Luego del triunfo del seleccionado saudí ante la Argentina en Qatar 2022 y, sobre todo, del éxito organizativo del primer mundial en el Mundo Árabe, los dirigentes de ese país se pusieron la meta de conseguir la sede de la Copa del Mundo de 2034. En este rumbo se enmarca la contratación de Cristiano Ronaldo (y los rumores que hablan del español Sergio Ramos como futuro compañero del portugués). La intención es poner al fútbol saudí en el candelero y que se hable de la competencia doméstica, como hace algunos años se escribió de la Qatar Stars League (QSL), destino al que fueron a retirarse cracks como Gabriel Batistuta, los españoles Fernando Hierro y Pep Guardiola o los franceses Franck Leboeuf y Marcel Desailly. El mítico Romario firmó por tres meses (y 1,5 millones de dólares) con Al-Sadd, de Qatar, pero no convirtió ningún gol en los tres partidos que jugó.
La liga saudí tiene al riojano Ramón Díaz como el entrenador campeón. Dirige junto a su hijo Emiliano a Al-Hilal, el plantel base del seleccionado que batió a la Argentina en el primer partido de Qatar 2022, y que lleva tres títulos al hilo. También juega allí el ex Racing Luciano Vietto, que el último fin de semana convirtió un gol. Al-Hilal juega en el estadio Internacional Rey Fahd, el más grande de Riyad y de todo el país. En el equipo también militan otros sudamericanos como el colombiano Gustavo Cuéllar y el peruano André Carrillo. Y otro de sus goleadores es el nigeriano Odion Ighalo, quien registra un fugaz paso por Manchester United.
En Al-Shabab juegan los argentinos Cristian Guanca (ex Colón) y Ever Banega (ex Boca y Newell’s), además del español Santi Mina (debió marcharse de Celta de Vigo tras ser condenado a cuatro años de prisión por abuso sexual) y el mediocampista polaco Grzegorz Krychowiak, quien enfrentó a la Argentina en Qatar 2022. En Al-Ittihad, otro de los clubes poderosos de la liga, juegan los brasileños Marcelo Grohe, Romarinho y Bruno Henrique, además del egipcio Ahmed Hegazy (ex WBA, de la Premier League). Su entrenador es otro con pasado en la máxima competencia inglesa: el portugués Nuno Espíritu Santo.
El objetivo deportivo de Al-Nassr (y de CR7, en definitiva) será quitarle la hegemonía al Al-Hilal de Ramón Díaz. Y, a la vez, ganar la Champions de Asia, que también está en manos del equipo dirigido por el riojano. Al-Nassr sólo pudo ser subcampeón una vez, en 1995, y eso fue todo. La meta de sus dirigentes, entonces es ganarla por primera vez. Para eso (y mucho más) llegó CR7 a Arabia Saudita.