COPA DEL REY | VALENCIA 1 - ATHLETIC 3 / El Athletic explota Mestalla

Victoria fácil de los leones, que llegan a su cuarta semifinal en cuatro años; Mestalla se harta del juego del Valencia y reclama con unanimidad que se vaya Peter Lim

Conrado Valle
As
El Athletic le tiene tomada la medida a este formato de la Copa. Estará en semifinales, por cuarta vez consecutiva. En Mestalla superó su 19º eliminatoria a partido unico y demostró que no solo de San Mamés vive el león, con un Iñaki Williams que a falta de gol repartió asistencias. Valverde, todo sea dicho, encontró menos rival del que podía esperar. El Valencia fue un cachorro sin madre, un teléfono sin batería. Su juego fue una oda a la nada. Su oasis llamado Copa se esfumó, su travesía por el desierto de su temporada va a ser larga. Mestalla está harta.

Que el partido iba a ser Rock and Roll se preveía desde horas antes de que empezara. Por el ambiente que se respiraba en los alrededores de Mestalla y por la alineación de unos y otros. Gattuso y Valverde quisieron ser valientes, aunque los derrotados dirán más bien que el italiano fue un osado. Tratándose de una cita a vida o muerte, el italiano prefirió ser fiel a sus ideas. Así que nada de 4-4-2: Guillamón- Yunus-Ilaix. Lo de Valverde no era cuestión de planteamientos sino de nombres. Su atrevimiento a la hora de afrontar la velada se reflejó haciendo coincidir en el once a Herrera y Muniain. Le salió a la perfección.

El Athletic se plantó mejor de salida. Bueno, de salida y de final. Con más orden y sentido. Su presión hacía que el Valencia fuera como el 4G por carretera, a ratos y a trompicones. Sin Almeida el centro del campo es líneal y con cada pase que se daban entre Mamardashvili, Diakhaby y Cömert, porque no encontraban a quién dársela para romper líneas, le acompañaba un runrún en la grada. No tenía que ser fácil estar en el césped escuchando las quejas, pero tampoco lo era estar en la grada viendo a qué jugaban los suyos, porque desesperaba. Mestalla se ha cansado de esa forma de jugar. Y el runrún mutó en pitada cuando Muniain fusiló a Mamardashvili.

El Athletic se adelantó tras una de tantas inocentadas del entramado blanquinegro, que perdió el balón alrededor de su área y, con un centro de Herrera y una asistencia de Iñaki Williams, quedó muerto en el área pequeña para que Muniain marcara su primer gol del año contra un Primera, segundo en Copa.

Tras ese gol el factor campo pasó de ser cara para el Valencia a ser su cruz. La bronca tras cada pérdida era un beef de la afición al equipo y música celestial para los de Valverde, que olían la sangre. Pero, mira por dónde, o ejemplo del descontrol, cuando el partido caminaba hacia el descanso, Diakhaby apareció por la posición de extremo, se fue de Yeray y su centro lo mandó a la red sin querer De Marcos. Mestalla pasó del lamento a la euforia... y de inmediato a la decepción, porque ni dos minutos tardó su defensa en liarla otra vez. Berenguer le robó la cartera a Foulquier, dejó plantado a Cömert, se la pasó a Iñaki Wiliiams y este a su hermano para que hiciera el 1-2. Todo eso pasó en el área ché sin que ninguno de blanco lo evitara.

Gattuso se dejó a Diakhaby en el vestuario al descanso y Mestalla aplaudió un saque en largo de Mamardashvili como si fuera un córner a favor. La noche para el Valencia estaba para puerta grande por remontada, inesperada por su juego a decir verdad, o enfermería por zarpazo. El Athletic y el VAR se encargaron de que fuera lo segundo. Porque la escueta ventaja era lo único que mantenía vivo al Valencia en el partido, si bien, Jaime Latre avisó a Del Cerro Grande de un golpeo en el pie de Cenk a Iñaki Williams. Penalti de VAR. Nunca mejor dicho, porque en directo era difícil de ver. Vesga no falló. El Athletic solo tenía que dejar pasar el tiempo y escuchar cómo Mestalla pedía a Peter Lim que se vaya.

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