Ceballos: nunca es tarde
El utrerano revolucionó a un Real Madrid en coma profundo. Firmó el 2-3 definitivo, la asistencia del 2-1 y los cimientos del 2-2. Una llamada al cambio en su futuro próximo.
Ceballos monopolizó la remontada y la selló con el interior, con un pase a la red que le hizo explotar de alegría a la par que a todo el madridismo. Su celebración fue una descarga de adrenalina. Una liberación necesaria. “Me ha llegado un buen balón de Asensio, le he dado con el alma. Han sido muchos partidos en que sufrí mucho, tras una lesión, estoy disfrutando poco a poco de minutos. Es muy importante para mí y para el devenir de este equipo”, explicaba a posteriori. Y también lo celebraba en redes sociales, con un mensaje reivindicativo y de superación. El lema del Madrid aplicado a sí mismo: “Cuando todo se ponga difícil, sigue luchando y sobre todo creyendo. Lucha hasta el final”. No está sencillo triunfar en el Madrid para Ceballos, cuyo rendimiento siempre supera los minutos de los que disfruta.
En La Cerámica cambió la cara al Madrid con su fútbol voluntarioso y con una carga física mucho mayor de la que se le presupone. Encendió la mecha de la remontada con una actuación que potencia lo destilado a cuentagotas, por falta de continuidad, a lo largo de la temporada. Y es que, sus números por 90 minutos poco tienen que envidiar al resto de centrocampistas. Completa 63,7 pases exitosos, por los 66,5 de Modric, 64,2 de Tchouameni, 51,1 de Camavinga o 46,7 del híbrido Valverde. Kroos y sus 90,4 juegan en otra liga. En envíos exitosos que terminan en el último tercio del campo, donde se desata la tormenta, promedia 21,2; muy cerca de los 23,9 de Modric y los 25,7 de Kroos y superando ampliamente al resto. En regates completados (1,2), recuperaciones (7,8) y ocasiones creadas (2,9) es el mejor mediocampista, extrapolando números cada 90 minutos, del equipo.
En busca de la suerte...
La suerte le ha sido esquiva, con lesiones más inoportunas de lo que conlleva el mero hecho de lesionarse. El curso pasado no pudo estrenarse hasta enero por una rotura completa de ligamento peroneo-astragalino anterior y peroneo-calcáneo. En el actual, el bíceps femoral le apartó de un tramo, el previo al Mundial, donde la lógica dibujaba un incremento en su minutaje. ¿El resultado? Sólo 338 minutos en la 2021-22 y 442′ en la presente. 19º futbolista más utilizado por Ancelotti, con sólo un cuarteto ornamental (Hazard, Odriozola, Vallejo y Mariano) a su espalda.
Pero el paisaje ha cambiado. Comenzó a hacerlo ante el Barça. Aunque falló en el 0-3 con un pase horizontal prohibido, cocinó en una baldosa el tanto del honor de Benzema. El premio, saltar al campo ante el Villarreal con más de media hora por delante. El resultado, sobresaliente. El estado físico del resto de la sala de máquinas blanca también juega a su favor para que su encuentro ante el equipo groguet no sea un oasis, sino el océano.
... la renovación...
Con Tchouameni lesionado, Modric en proceso de recuperación física, Kroos exprimido fuera de su hábitat y Camavinga buscando exactamente cuál es el suyo, Ceballos, a sus 26 años, se encuentra uno de los horizontes más proclives al cambio desde que aterrizó en el Paseo de la Castellana. Su nueva era y en un momento donde no existen, para él, las medias tintas. Gritar ahora en lugar de nunca. No hay más. El contrato del utrerano expira el 30 de junio y toda actuación rimbombante es un llamado a la renovación, una invitación a que el Madrid toque su puerta.
A Ancelotti, a pesar de esa falta de continuidad, ya se lo tiene ganado. El propio Carletto lo verbalizó la temporada pasada. “No ha jugado los minutos que merecía con sus entrenamientos. Es uno de los pocos que ha tenido menos de los que merecía”, se disculpó públicamente en abril. También en privado. “Me dijo que le perdonara porque no había jugado lo que debía jugar, y eso le honra”, reveló el futbolista. En verano, el de Reggiolo instó a Ceballos a quedarse. Ahora es el momento de entregarle las llaves de la continuidad. “Cualquier jugador quiere más minutos. Yo estaré aquí para ayudar”, se ofrecía tras su exhibición copera.
... y la Selección
Si descerraja finalmente el baúl de los minutos, se le abrirá otra puerta que hace tiempo permanece cerrada: la de la Selección. Con continuidad, debe mirar de reojo la próxima convocatoria de la Roja. La primera de Luis de la Fuente. Además, el hecho de tener al riojano como nuevo seleccionador, es un plus enorme para potenciar la esperanza. No porque Luis Enrique no fuera partidario de contar con Ceballos. Fue el asturiano el que le hizo debutar con la Absoluta y, cuando estaba en el Arsenal, le llamaba a filas habitualmente.
Sin embargo, para De la Fuente es algo más, una especie de ojito derecho. En los Juegos Olímpicos, el utrerano, de no ser por la lesión, llegaba para ser el director de orquesta. Así como lo fue en la Eurocopa Sub-17 y en la Eurocopa Sub-21 que España ganó en 2015 y 2019 con Luis de la Fuente en el banquillo y Ceballos en la sala de máquinas, formando parte incluso del mejor once del torneo en 2019. El actual seleccionador sabe el nivel que pueda dar el madridista. Su primera lista llegará a finales de marzo. Veremos si el día 25, ante la Noruega de Haaland, Ceballos se vuelve a enfundar La Roja. Sería una fantástica noticia tanto para él como para el Real Madrid