Antony ya está tartamudeando con algunos momentos vergonzosos, frustrantes y de mal genio
Fue el cameo intermitente que, en muchos sentidos, resumió a la perfección los primeros cuatro meses de Antony en el Manchester United.
A los diez minutos del segundo tiempo, deslizó un pase estándar a Diogo Dalot, en el flanco derecho del United, a 25 yardas de la portería contraria.
Dalot hizo rodar el balón perfecto más allá de la defensa del Everton , donde pensó que Antony estaba corriendo... solo para ver que se desviaba sin causar daño hacia un saque de meta.
En lugar de ir por la vuelta, Antonio se quedó clavado en el suelo. No tanto detener y comenzar, sino comenzar y luego detenerse.
Así ha sido la vida en Old Trafford para el brasileño desde su llegada del Ajax por 82 millones de libras esterlinas el verano pasado.
Una tarifa deslumbrante, pero Erik ten Hag consideró que valía la pena pagar por un joven con reputación de ser uno de los mejores extremos de Europa.
Y cuando Antony marcó su debut contra el Arsenal con el primer gol en una victoria por 3-1, el Stretford End parecía tener un nuevo héroe.
Sin embargo, en realidad eso fue probablemente lo mejor que pudo para el sudamericano antes de que se dirigiera a la Copa del Mundo.
Sí, hubo otro par de goles -uno de los tantos de compensación en un derby de Etihad escondido- y el primero en la goleada liguera al Everton.
Pero también hubo momentos horribles. Momentos embarazosos. Momentos frustrantes y de mal genio.
Nada peor que el giro espectacular contra el FC Sheriff en la Europa League, seguido de un pase directo al touch.
Esa fue la última vez que vimos a Antony hasta que se reanudó la acción doméstica después de Qatar, aunque Ten Hag insistió en que no había aparecido debido a una lesión.
Es cuestionable si había sido suficiente para mantenerlo fuera durante los cinco juegos que hizo, y el gerente estaba lo suficientemente furioso como para decir que "lo corregiría" después de ese giro.
Irónicamente, fue una de las cosas que hizo que la multitud de Old Trafford se pusiera de pie... y él había hecho muy poco durante demasiado tiempo antes de eso. Fue lo mismo otra vez aquí contra el Everton.
Tres minutos en el reloj, estaba deslizando el primer gol del United a una red vacía con una llegada al poste lejano excelentemente sincronizada para encontrarse con la cruz de Marcus Rashford .
Pero si la afición pensó que esa sería la inyección de confianza que necesitaba, qué equivocados estaban.
En cambio, era un corte por dentro o, peor aún, un corte por detrás. Rara vez incluso un intento de enfrentarse a su espalda completa, aparte de un destello de magia cerca del final, antes de que finalmente quedara enganchado.
En última instancia, no detuvo el avance del United hacia la cuarta ronda. Sin embargo, incluso eso, al igual que la carrera de Antony en Old Trafford, fue más tartamudeando que avanzando a toda máquina.
