Una roca amenaza a España

Sofyan Amrabat, el mediocentro de Marruecos, es una de las sensaciones del Mundial por sus datos de esfuerzo, su capacidad para ganar duelos y su precisión en el pase.

Jorge García Hernández
As
Marruecos es un bloque sólido cohesionado gracias al titánico esfuerzo de su mediocentro. Sofyan Amrabat (Huyzen, Países Bajos, 1996) es el esforzado jugador que impide que el equipo se parta por la mitad. El centrocampista de la Fiorentina acumula kilómetros y kilómetros, pero no es lo único que adorna su juego. Dotado con un buen primer pase y un gran sentido del juego, sabe organizar bien los ataques. Hermano menor de Nordim Amrabat, como él, empezó en las categorías inferiores de los Países Bajos, pero finalmente se decidió por el país de sus padres. Ambos jugaron la cita de 2018 y se convirtieron la segunda pareja de hermanos marroquíes en hacerlo después de los Merry. “Juega hasta morir”, describe de él Juric, el técnico con el que explotó en el Verona a préstamo por la Fiorentina.

De la escuela de Gasperini, Juric exprimió al máximo las cualidades del jugador que llegaba directamente del Brujas en una de esas operaciones a la italiana. El Verona lo había comprado en 2019, pero inmediatamente lo traspasó a la Fiorentina, aunque se lo quedó cedido. En el fútbol de marcajes por todo el campo de Juric, asumiendo riesgos con presión por todo el campo, Amrabat se exhibía como el mismo jugador que es ahora.

Incansable, recuperador y con un buen inicio del juego. En 2020 lo recuperó la Fiorentina y comenzó su etapa con Italiano, la del fútbol total que le gusta al técnico. Un matiz, si cabe, más ofensivo y más presencia en campo rival. Todas las habilidades de Amrabat se han ido afinando y en esta Copa del Mundo está causando sensación. Recorrió 11 kilómetros en el choque contra Croacia; 11,2 en el de Bélgica y otros 11,2 frente a Canadá, según los datos de FIFA.

Pero además es preciso. Frente a los norteamericanos tuvo un porcentaje de acierto en el pase del 94 %, con 44 de 47 envíos buenos, con 10 pases buenos para romper líneas de 11 intentados. Contra los belgas, sus números son similares, con un 95 % de precisión en el pase y con 8 pases buenos de 10 para romper líneas. En la batalla con Croacia, su índice fue de un 86 %, con 38 envíos buenos de 44 y un 7 de 11 para superar líneas. Ahora amenaza a España. Un jugador intenso, agresivo, con mucho dinamismo y despliegue que además sabe hacer jugar a su equipo. Durante el Mundial no han cesado los rumores de equipos de la Premier interesados en él. Tottenham, Liverpool… La Fiorentina quiere aguantar, al menos hasta junio.

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