Tchouameni, plan anti-Messi

En 2018, Deschamps frenó a Messi con un marcaje individual de Kantécasi perfecto. Ahora, el madridista Tchouameni asume galones para parar al astro argentino.

Andrés Onrubia
As
En Kazán, hace cuatro años, un abatido Leo Messi no puede con un huracán llamado Francia. Ngolo Kanté, centrocampista del Chelsea, acaba de vaciarse a través de un marcaje individual sobre el entonces jugador del Barcelona que dará la vuelta al mundo. Su partido, perfecto en todos los sentidos, marca un antes y un después para Francia, que gana 4-3 a Argentina, pasa a cuartos de final y Deschamps consigue su objetivo, frenar a Leo Messi.

El astro argentino, de 34 años, disputa este domingo el partido más importante de su longeva e irrepetible carrera deportiva. En Rusia nadie daba por hecho que iba a llegar en plenas condiciones a Qatar. Ni siquiera él, que entre idas y venidas estuvo muchas veces en el alambre con la albiceleste. Esta Argentina, mucho más sólida, mucho más hecha que la de Sampaoli y, sobre todo, mucho más de Messi, no tiene nada que ver con la de 2018, que incluso estando mal pudo darle un susto a la que a la postre fue campeona del mundo.

Deschamps quiere trazar un plan para Messi similar al de Kazán en 2018. Sin Kanté, lesionado y ausente en el Mundial, todas las miradas se centran en Tchouameni. El centrocampista del Real Madrid se ha multiplicado en tareas defensivas a lo largo del torneo y su rendimiento ha ido in crescendo. Allanó el camino en los cuartos de final contra Inglaterra con un gol extraordinario y, ante Marruecos, en semifinales, justo cuando Francia parecía que podía sucumbir, su poderío físico y su imán para robar balones le dieron alas a la actual campeona del mundo.

Messi junto a Tchouameni, en un partido de lapasada temporada en la Ligue 1.
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Messi junto a Tchouameni, en un partido de lapasada temporada en la Ligue 1.

“No se separó de Messi en todo el partido. Recuerdo que N’Golo (Kanté) estaba en la espalda de Messi continuamente”, recuerda Giroud. Deschamps, asimismo, también se acuerda de la exhibición de Kanté en Rusia, peo manifiesta que aquel Messi “no tiene nada que ver con el actual. “Cuando jugó ante nosotros no estuvo inspirado”, comenta. El crack del PSG atraviesa una segunda juventud. El destino y el fútbol parecen haberle levantado de los cimientos para que levante el Mundial. Es su último partido en la Copa del Mundo, es su última oportunidad y es ante la campeona del mundo, Francia.

Tchouameni, que tiene un rol eminentemente defensivo en Francia, ya ha confesado que se siente cómodo como pivote puro. Kanté en 2018 era un mediocentro mucho más móvil, abarcaba mucho campo y era infatigable en los esfuerzos. El rol del exjugador del Mónaco para frenar a Messi será clave. El rosarino tiende a iniciar las jugadas cerca de la divisoria y también ha sido diferencial en la banda derecha, como en el gol de Julián Álvarez ante Croacia en semifinales, buscando las cosquillas del lateral izquierdo. Las ayudas de Tchouameni a Theo Hernández, en una banda en la que Mbappé no defiende y espera su oportunidad para iniciar su carrera de velocista, han sido una de las claves para que Francia llegue a la final.

El de Rouen, de 22 años, se medirá por segunda vez a Messi. La primera, el 12 de diciembre de 2021 en el Parque de los Príncipes con la camiseta del Mónaco. El partido acabó 2-0 a favor del PSG y Tchouameni no fue suficiente para frenar a la MMN, esa delantera de videojuego que forman Mbappé, Messi y Neymar. La segunda será en Lusail, la tierra santa de Qatar y del PSG, el escenario en el que Messi puede culminar su obra, su legado, su historia irrepetible. Tchouameni, el guardián de Deschamps, intentará que ese sueño no exista. Que desaparezca. Qatar será testigo de un duelo apasionante.

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