Súper Griezmann en Qatar
El delantero del Atlético de Madrid está realizando un torneo colosal. Es el jugador que más ocasiones genera del Mundial y el máximo asistente.
El delantero del Atlético de Madrid, que juega de centrocampista con Francia, fue elegido merecidamente MVP del partido. Su seleccionador, Didier Deschamps, reconocía en una rueda de prensa que a Griezmann le produce el mismo placer robar un balón que dar un pase decisivo. No iba mal encaminado. Ante Marruecos fue el mejor defensa de la campeona del mundo, tuvo tres acciones brillantes en su propio área y desesperó a los mediocentros de Marruecos, incapaces de zafarse de la intensa presión que efectuó.
No en vano, como revelan los datos de Olocip, es el jugador de ataque que ha participado en más acciones defensivas del Mundial (50). El dato es más impactante si nos centramos en la calidad de esas acciones. En Francia Rabiot (64), Theo (60) y Tchouameni (57) han participado en más acciones defensivas, pero Griezmann es el segundo jugador con mejor rendimiento defensivo, solo por detrás de Lloris.
Por poner en contexto el Mundial de Griezmann, brillante en todos los sentidos, hay que acudir a las estadísticas. Es, con diferencia, el jugador que más ocasiones ha generado de gol, con 21, superando a Messi, que ha producido 18 y Theo Hernández, Dembélé o Mbappé, que suman 11. Además es el segundo jugador que más impacto ha tenido en la construcción de juego, está vez sí, superado solo por Messi. Frente a Marruecos, aunque estuvo más pendiente de tareas defensivas, dejó solo a Kylian Mbappé con un pase sutil que no aprovechó el crack del PSG. También es el futbolista que más ocasiones claras crea, concretamente siete, y sigue liderando la clasificación de asistentes, otorgando hasta el momento tres pases decisivos en lo que llevamos de Mundial.
La exhibición de Griezmann en las semifinales del Mundial se refuerza en los datos. Generó cuatro oportunidades claras de gol, el que más del partido, fue, junto a Mbappé, el jugador que más pases dio en el último tercio, con siete, fue el que más centros intentó, cuatro y, además, tras Tchouaméni y Théo Hernández, que robaron diez balones, fue el jugador que más recuperaciones realizó, nueve. Números que magnifican todavía más su importancia en esta selección.
Griezmann tuvo un 80 % de acierto contra Marruecos, rozó el 90 % de éxito en pases en el último tercio y fue infatigable en los esfuerzos defensivos. Fue, además, el delantero que más robos hizo en el área propia durante todo el partido (tres) y el que más recuperaciones acumuló. Su talento defensivo, extraordinario, le permite incluso robar muchos balones sin ir al límite.
Christopher Dugarry, analista en RMC Sport y exjugador de la selección francesa, le definió como “una mezcla entre Zidane y Platini”. Desde su debut con la selección, los números de Griezmann son inmejorables. Es, actualmente, el máximo asistente de la historia de la selección francesa, con 28 pases de gol, es el quinto jugador francés con más goles en los Mundiales (4), es el quinto con más internacionalidades (116) y, además, es el que ostenta el récord de partidos seguidos con la campeona del mundo, ya que no se ha perdido ni uno desde agosto de 2017.
La regularidad de Griezmann le ha colocado en el olimpo de los grandes jugadores de la selección francesa. Nadie ha tenido tanta trascendencia, quizá Mbappé, en la última década. Llegó a un equipo que había tocado fondo por la falta de resultados en el ciclo Domenech-Blanc, se puso el mono de trabajo, rindió en silencio, lideró en la Eurocopa de 2016 y el Mundial de 2018 y el Mundial de 2022 ha sido una de las mejores actuaciones de un jugador francés en la historia de la Copa del Mundo.
Si el domingo gana Francia a Argentina, en una final en la que los focos se centran en Mbappé y Messi, ambos en el PSG, Griezmann debería optar al trofeo a mejor jugador del torneo. Ante Inglaterra y Marruecos fue el mejor de la tricolor, el liderazgo que muestra es emocionante, defiende cada jugada como si fuera la última y oxigena cada ataque de los galos. A Messi, al que define como “mejor jugador del mundo”, podría robarle el sueño por el que la albiceleste lleva luchando durante casi 40 años. Será, en definitiva, un partido idóneo para que Griezmann siga agrandando su leyenda con Francia.