Scaloni, un líder silencioso
Desde que llegó al cargo de seleccionador, Lionel Scaloni ha dado con la tecla en todas sus decisiones. Impulsó al mejor Messi y ha alcanzado un título y otra final.
Con un método muy moderno, escuela europea, pero con conocimiento de la idiosincrasia del futbolista argentino, fue dando con la tecla en cada una de sus decisiones. Lo más importante: recuperó a Messi a su mejor nivel, como se está viendo en Qatar. Lo hizo rodeándole de jugadores que le entienden y le potencian. Con De Paul llegó el primer éxito en la Copa América. El ahora jugador del Atlético fue una de las principales apuestas de Scaloni y él le respondió siendo el mejor futbolista del torneo, incluida la final ante Brasil en Maracaná. También otros como Nahuel Molina o el Cuti Romero.
En el año que ha pasado hasta el Mundial ha ido mejorando aún más el escenario que rodea a Messi. Le ha sumado la juventud y la energía a su alrededor de tres jugadores fundamentales: Enzo Fernández, Mac Allister y Julián Álvarez. Los tres están siendo clave para que Messi decida donde debe, con libertad, sin responsabilidad más grande que la de divertirse.
Scaloni, además, ha aportado siempre desde el banquillo. Sus alineaciones han tenido un sentido lógico a la vista del rival. A veces jugó con 4-3-3, otras veces, como ante Países Bajos, metió tres centrales para copiar el esquema de Van Gaal, incluso ante Croacia incluyó a Paredes para tener más peso en mediocampo. Durante los partidos también leyó cuándo había que cambiar de plan, como ante Australia tras ponerse 2-0. Las sustituciones aportaron siempre. Un técnico interesantísimo. Un líder en silencio.