Rubiales quiere seleccionador en 72 horas
La Federación trabaja en el relevo de Luis Enrique, que lleva meses enviando señales de adiós y signos de agotamiento. Molina se debate entre un cambio de ciclo con Marcelino y la línea continuista con De la Fuente.
Lo que tiene que resolver la RFEF es el adiós de Luis Enrique. En la medida de lo posible, en un escenario ideal, lo mejor sería despedirle en un acto conjunto en Las Rozas, con todos los honores. Pero no parece fácil que sea así. El carácter de Luis Enrique no facilita las cosas, y más después de saber que en la Federación no están conformes con alguno de los actos suyos, y de alguno de sus colaboradores, durante la concentración en Qatar. En Las Rozas no ha gustado el Luis Enrique retador ante los medios de comunicación ni, tampoco, sus intervenciones, y la de alguno de sus colaboradores, en Twich. Piensan que esa exposición pública no ha beneficiado la imagen de la RFEF, que además quiso estar siempre al margen del ‘streamer’ Luis Enrique.
Pero al margen de lo que Luis Enrique haya hecho lejos del césped, también se le cuestiona por los resultados puramente deportivos. En la Federación le reconocen el trabajo de haber formado un equipo, pero un equipo que no ha conseguido los objetivos fundamentalmente porque ha carecido de capacidad ofensiva. El asturiano no ha mejorado los resultados de Rusia 2018, y la Copa del Mundo es la que marca la nota final de los entrenadores.
Los candidatos a sustituir a Luis Enrique, Marcelino y De la Fuente, son distintos tanto en su carácter como en su propuesta deportiva. Marcelino tiene más experiencia con jugadores de primer nivel y una personalidad fuerte. De la Fuente es un hombre más de la casa, ‘de empresa’, que haría un trabajo de continuidad con un grupo al que llevó a las más altas cotas en categorías inferiores pero que se ha estrellado en la élite. De la Fuente, desde luego, no es de Twich. Marcelino, tampoco. Luis de la Fuente podría ser el elegido y tendría de margen hasta la Nations League, en junio. Ahí se probaría su capacidad y, de funcionar, sería renovado. En tal caso, Marcelino, que ha rechazado varias ofertas de clubes importantes para ser seleccionador, tendría que esperar a mejor ocasión.