QATAR 2022 (1/8) | P. BAJOS 3 - EE UU 1 / Van Gaal explica qué es el soccer

Lección táctica de Países Bajos, que anuló el juego de Estados Unidos. Memphis y Dumfries, las estrellas. La Oranje rellena su autoestima.

Iván Cordovilla
As
La previa pronosticaba una batalla en el centro del campo desequilibrada hacia el lado estadounidense. La línea McKennie-Tyler Adams-Musah ha sido una de las sensaciones del Mundial y, por otra parte, la calidad de la posesión en la Oranje había sido objeto de debate nacional en los tres partidos de la fase de grupos. Para contrarrestarlo, Van Gaal recordó otros tiempos en el fútbol y recuperó el marcaje al hombre. Klaassen no dejó de oler a Tyler Adams en ningún momento de la primera parte. Anuló al pivote del Leeds y, con ello, el juego estadounidense. No podía ser la primera opción para Ream y Zimmerman y, cuando recibía, pocas veces tenía tiempo para pensar el mejor pase. Van Gaal explicó en una de sus ruedas de prensa que intenta equilibrar su once entre jugadores creativos y obedientes. A Klaassen le mete en el segundo saco.

Con este panorama, Países Bajos esperaba. Incluso demasiado metido en su área. Pero no le importaba porque los tres centrales respondían. Especialmente Van Dijk, quien está tirando por tierra todas las dudas que pudiese haber sobre su figura tras lo visto en el Liverpool en los últimos meses. Salían con el balón jugado por la banda izquierda, con un Frenkie de Jong que es esencial en este sistema, y hacían daño por la derecha. Así llegaron las ocasiones más importantes, también las de los dos primeros goles.

En el primero, Gakpo lanzó el contragolpe, abrió hacia Dumfries y Memphis esperó el pase atrás para marcar. En el PSV están orgullosos. Con veinte pases, es el gol más elaborado de la historia de la selección neerlandesa en los mundiales. Para el segundo repitieron la fórmula. Klaassen, que bordó su cometido en los 45 minutos que jugó, puso en ventaja a Dumfries, que dio el pase al punto de penalti para que Blind ampliase el marcador. El carrilero del Inter sonríe cada vez que a su equipo le dominan con balón, porque hace más sangre llegando a los alrededores del área que estando.

Memphis y Gakpo celebran el primer gol del partido.

Memphis y Gakpo celebran el primer gol del partido.RAUL ARBOLEDAAFP

Hubo sustos de Estados Unidos, como un mano a mano de Pulisic y una volea de Weah, pero Noppert sigue dando la razón a Van Gaal y se confirma como uno de los porteros del Mundial. A Estados Unidos se le veía nervioso e impreciso en ataque, argumentando por qué han conseguido marcar solo dos goles en cuatro partidos. A todo esto, Memphis había ganado confianza con su gol y empezó a crecerse. Le gusta echarse el equipo a la espalda y dirigir cada jugada. Ante Qatar ya demostró que es un jugador de un nivel superior al de sus compañeros y disfruta muchísimo cuando puede ser la estrella. A él y a Gakpo se les hacía la boca agua cada vez que veían tantos metros para correr. Memphis dijo hace un par de días que prefería jugar junto a Bergwijn que con Gakpo, pero el partido de ayer no le dio la razón. A pase del actual jugador del PSV, el ex del mismo exigió a Turner con un disparo desde la frontal. Minutos más tarde, el portero del Arsenal salvó el tercero con un paradón al cabezazo a bocajarro del 10 naranja.

A estas alturas, ambos entrenadores ya habían hecho cambios. Al descanso, Van Gaal dio entrada a Bergwijn y Koopmeiners y retiró a Klaassen y De Roon, en una clara intención de tener un jugador extra para lanzar contras y otro para correrlas. Y Berhalter pidió a Reyna que se pusiese la capa de superhéroe. Estos ajustes no hicieron más que propiciar el intercambio de golpes. Memphis, con el ego al máximo, empezó a gustarse en exceso en salida de balón y le regaló dos ocasiones consecutivas a Wright. La primera la desperdició él mismo, y en la segunda se encontró con el gol.

El 2-1 tensó a ambos equipos. Gakpo seguía pidiéndola, siendo en estos minutos el jugador que lidera al PSV y que todavía no se había visto en Qatar. Pero el gol de la tranquilidad llegó con los protagonistas del segundo, pero intercambiándose los papeles. Blind centró y Dumfries redondeó su partido. Países Bajos rellena su autoestima y ahora empieza a sentirse capaz de jugar tres partidos más.



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