Pelé y su pasión por la portería
Según sus excompañeros de club y de selección, Pelé era un tremendo portero. El Santos llegó a estar años sin un suplente, él era el segundo guardameta: “Pelé un crack con el balón en los pies y en las manos”.
Y no era sólo un capricho. Según sus excompañeros de club y de l selección brasileña, Pelé era un tremendo portero. Tanto, que el Santos llegó a estar años sin un guardameta suplente. Gilmar, Manga, Cláudio o Lalá fueron magníficos porteros del Santos y Pelé fue el segundo de todos ellos.
A ‘O Rei’ le gustaba ponerse los guantes tras los entrenamientos, practicando con sus compañeros fundamentos de la posición. Y aunque los números históricos digan que él sólo tuvo que actuar cuatro veces como portero en partidos oficiales, todos coinciden que Pelé vistió la camiseta 1 del Santos (y de los rivales) muchísimas más veces.
“En muchos partidos de las giras que hacíamos por el mundo, principalmente en partidos en África, los patrocinadores pedían que Pelé jugara la segunda parte en la portería de sus equipos. Era curioso, pero a él le encantaba”, cuenta Lima, exlateral derecho del Santos, que escribió un libro de memorias sobre aquellos tiempos y que tiene un capítulo entero dedicado al Pelé portero. “En las pachangas Pelé siempre era el portero y era imposible quitarle de la portería. Él se cabreaba un montón, estaba obsesionado con aquello”, se ríe la leyenda santista.
Otro excompañero de club, el exportero del Santos Lalá, va más allá al hablar sobre el talento de Pelé en su función y afirma que ‘O Rei’ “sería titular absoluto de la selección brasileña” si cambiara de posición. “Él era increíble bajo los palos, una pasada, no es una exageración, tenía los fundamentos perfectos”, explica el exarquero.
De todos los partidos que Pelé jugó de portero, el más emblemático fue en la semifinal de la Taça Brasil ante el Grêmio en 1964. El Santos había ganado la ida por 1 a 3 en Porto Alegre y un empate en São Paulo era suficiente para llegar a la final. Pero el Grêmio sorprendió al favorito y llegó a estar ganando por 1 a 3 hasta que Pelé apareció y marcó nada menos que tres goles para remontar para el Peixe. En el minuto 84, el árbitro expulsó a Gilmar por protestar y Pelé no tuvo en reparos en sustituirle en su función. Y lo que hizo en los minutos finales de aquel encuentro lo explica bien el titular de la portada del diario ‘Gazeta Esportiva’ del día siguiente: “Pelé, un crack con el balón en los pies y en las manos”.