Palo para los Lakers: Davis, un mes de baja
La lesión de Davis ante los Nuggets deja a los Lakers sin su estrella durante un mes. La noticia, sin ser un desastre, pone en problemas a los angelinos.
Davis estaba promediando más de 27 puntos, 12 rebotes y 2,6 asistencias en regular season. En algo más de 33 minutos de juego y 25 encuentros disputados, el jugador estaba en una forma física extraordinaria, respondiendo en los dos lados de la pista y con el máximo de su carrera en rebotes y en tiros de campo (rozando el 60%). Sus exhibiciones ante Bucks (44+10 defendiendo de forma muy solvente a Giannis) y Wizards (55+17) le habían puesto incluso en la lucha por el MVP y los Lakers, que empezaron la temporada de forma bochornosa (0-5 de inicio) se encontraban en plena remontada: 12-16, 12-11 en los últimos 23 partidos, a 1,5 victorias del play-in y a 4 del sexto puesto, el último que da acceso directo a playoffs.
El problema es grande para los Lakers: las lesiones de Davis no son ya un condicionante, sino una realidad meridiana. Su incapacidad para mantenerse sano durante toda la temporada es una tónica constante desde su época en los Pelicans que se ha incrementado hasta hacerse obvia en Los Ángeles. Y los angelinos, en una dinámica que, sin ser del todo absolutamente positiva, sí es claramente mejor que en el inicio del curso baloncestístico, deben ahora decidir qué hacer en un mes (si es que al final no es más) en el que tienen que jugar 8 de los siguientes 9 duelos fuera de casa, sin la presencia de su mejor jugador y con la obligación, es la que tenían y tienen, de sumar mucho si quieren meterse en playoffs.
Y ahora, ¿qué tienen que hacer los Lakers? El equipo angelino encaraba un momento en el que hacer un movimiento en el mercado era de obligado cumplimiento para acabar de pulir una plantilla justa y con carencias. Pero la lesión de su estrella puede ser un arma de doble filo: LeBron está en su 19ª temporada, Davis ocupa el puesto de pívot y conseguir a alguien en su posición solo hasta su retorno no es del todo halagüeño. Y la posibilidad de hacerse con un alero que defendiera y tirara bien de tres, el jugador ideal que necesitan en estos momentos (sonó tímidamente Bojan Bogdanovic), podría no llegar si los Lakers confunden la teórica paciencia que han tenido con acierto y deciden esperar a que pasen las semanas y se clarifique la situación de la franquicia de cara al final de temporada. En definitiva: la lesión de Anthony Davis es una noticia pésima para los Lakers. Un absoluto desastre.