Marruecos, a semifinales del Mundial 2022:, un equipo noble que patea el tablero y hace vibrar al continente más postergado
Superó por 1 a 0 a Portugal y alcanzó un hito para África: ser la primera selección de ese continente en alcanzar las semifinales de un Mundial
Como si se tratara de uno de los tantos equipos del bajo fondo del ascenso que derriban el muro, le ganan a un equipo de primera y al rato se junta, el plantel completo, con el cheque millonario que caracteriza a nuestra Copa Argentina, todos sobre el césped. Tirados, felices. Algo así disfruta Marruecos, que le gana por 1 a 0 a la cotizada Portugal (la Portugal de Cristiano Ronaldo, que ahora sí empieza a ver en el espejo retrovisor lo grandioso que fue) y logra lo nunca visto. Con una bandera de Palestina, que genera polémica y revuelo. También, con alegría, con emoción. Es una explosión del mundo árabe, desde ya. Es la reivindicación de los más postergados, más allá del fútbol.
Con Walid Regragui, el entrenador de una formación rocosa, impasable. Un culto al catenaccio cuando defiende, una escuela de libre pensadores cuando se disponen a volar. Hace un puñado de meses que dirige al equipo africano: hay veces que los proyectos son tan imprescindibles como relativos. Con Bono, el arquero que es hincha de River, por su admiración por Ariel Ortega. Con Sofyan Amrabat, tal vez, el mejor número 5 del Mundial. Con Sofiane Boufal, algo así como el propio Burrito Ortega, puro desparpajo. “Es una locura. Estamos viviendo un sueño y no queremos despertar. Merecemos todo lo que tenemos. Esto no se terminó. Queda la semifinal y si Dios quiere, la final”, asume. Y, desde ya, Achraf Hakimi, el sargento de un ejército de valientes. Un fuera de serie de PSG. Una estrella entre (pocos) iluminados. La unión hace la fuerza: de eso se trata esta historia.
La emoción va más allá del campo de juego. Cuando acaba la faena, entre lágrimas y abrazos, las madres. Las de los jugadores, que bajan desde las gradas y les dan a sus hijos esos besos que solo ellas conservan desde sus entrañas. ¿Qué importa el fútbol, que importa la victoria de la historia? La vida va por otro lado. O, todo tiene que ver con todo, en realidad.
Afuera España, por penales, si marcar uno solo el gigante mundial. Afuera Cristiano, con esas lágrimas que conmueven, que solo el fútbol regala. Marruecos lo hizo. Hay una fórmula. “Con muchos sacrificio, corazón, alma, buena táctica y mucho amor de la afición”, declara este sábado Regragui, tras dar una nueva sorpresa al vencer 1-0 a Portugal en cuartos de final.
“Es increíble, si me decías al inicio de la Copa del Mundo que llegaríamos a semifinales, ganando a Bélgica, España y Portugal, te hubiera dicho que era imposible”, señala en español tras el partido. Un gol de Youssef En-Nesyri permitió este día histórico para los marroquíes, que se convierten también en el primer país árabe en alcanzar la penúltima rueda de un Mundial. Jugarán siete partidos, lo máximo posible.
“Han visto que no somos fáciles para ganarnos. Estamos tácticamente bien, con corazón grande, no dejamos espacio, corremos y tenemos jugadores técnicos que pueden marcar diferencia, también tenemos suerte”, añade. ”Francia es mi segundo país”, aclara el técnico, nacido y criado en la periferia de París. Regragui asumió el 31 de agosto pasado y logró el retorno de Hakim Ziyech, que había renunciado a la selección por una disputa con el DT anterior, el bosnio Vahid Halilhodzic.
La cantante colombiana Shakira se sumó a la oleada de felicitaciones a Marruecos en las redes sociales por su histórica clasificación. ”This time for Africa!!”, escribió en Twitter, acompañando su mensaje de un emoji de aplauso y otro de la bandera marroquí. Los Leones del Atlas se convirtieron en la primera selección africana en llegar a semifinales de un Mundial y superaron el techo de los cuartos de final, donde se habían estrellado en el pasado Camerún (1990), Senegal (2002) y Ghana (2010).
En Sudáfrica 2010, Shakira interpretó el recordado himno “Waka Waka”, que incluye esa frase de “This time for Africa”, que ahora aprovecha ante el hito de los marroquíes. El Mundial de Sudáfrica fue el primero de la historia en jugarse en suelo africano. Hay explosión en las calles de Marruecos. En Casablanca, sobre todo: las imágenes son impactantes. La alegría, por una vez en la vida, recorre sus calles. El fútbol lo hizo.
Al entrenador, de 47 años, se le ocurre una metáfora boxística, matizada de arte. “Cuando ves Rocky, querés apoyar a Rocky Balboa por su trabajo duro y su compromiso. Y creo que somos el Rocky Balboa de este Mundial”, sugiere. “No sé qué techo va a tener este equipo. Ya vimos que pudimos sacar todos los partidos hacia adelante, con jugadores lesionados... Es increíble”, dice Bono a la televisión española Gol Mundial.
”Entendíamos que ellos, con la calidad de jugadores que tienen, en algún momento iban a tener una o dos, había que estar preparados. Yo siempre digo que el arquero tiene que hacer su trabajo. A veces sale por un lado, a veces por otro”, suscribe. Invita a soñar. “Teníamos que cambiar las mentalidades, deshacernos de este sentimiento de inferioridad. Somos capaces de enfrentarnos a quien sea, cualquiera que sea el nivel de la competición. Las generaciones venideras saben que Marruecos puede hacer milagros”, reflexiona.
Un milagro. De esos que merecen guardarse, en papel, en una vieja biblioteca. De colección, para toda la vida.