Leyenda Messi se sienta en la mesa de Maradona
En el primer Mundial tras la muerte de Maradona, el destino quiso que Messi le sucediera. Parecía predestinado a ello. La narrativa estaba de su lado. Las canciones, con la ya mítica “Muchachos” a la cabeza, hacían referencia a Diego y, sobre el campo, hasta Messi se empapó de ese carácter que dejó su ídolo siempre sobre el terreno de juego, y también fuera de él.
El “¿qué mirás, bobo?” tras el tenso partido contra Países Bajos, en el que se llevó las manos a las orejas delante del banquillo neerlandés, pasará a la historia de los Mundiales y de la carrera de Leo Messi. Ayer ya se veían camisetas con la frase y la cara del argentino en el centro de Doha cuando aficionados albicelestes vivían la previa de la final.
Y no sólo argentinos. Leo Messi fue la figura en torno a la que se ha vivido Catar 2022 en las calles del país árabe. Aficionados locales y de todas partes del mundo, sin tener una relación directa con Argentina, llevaban su camiseta. Paquistaníes, indios, saudíes, japoneses, turcos, congoleños… todos, con el “10” a la espalda, coincidían en la razón que les hacía apoyar a Argentina: “Leo Messi”.
Y éste no les defraudó. Clave para llevar a Argentina a su sexta final mundialista, la segunda en la carrera de Messi, con cinco goles y tres asistencias. Curiosamente, hasta Catar 2022 el “10” no había marcado ningún tanto en una eliminatoria de este torneo. Pues Messi marcó en todas en este Mundial, convirtiéndose en el único jugador de la historia en lograrlo. Otro hito inédito que llevará su nombre.
En Catar, fue un hombre con una sola misión: levantar el título. Cuando su carrera parecía dar sus últimos coletazos, criticado por un bajón en sus números estratosféricos a los que tenía acostumbrados a todos, apareció el líder que tanto demandaba Argentina. Ése que aparece en los momentos clave.
Doblete en la final. El 1-0 y el 3-2 cuando Argentina estaba en la lona ante el empuje de una Francia que no dejó de creer.
En total, siete tantos en Catar 2022. Cuatro de ellos de penalti, sí, pero hay que meterlos y no desprestigiarlos. Segundo máximo goleador —a uno de un Mbappé que marcó tres en la final—, máximo asistente —igualado con Antoine Griezmann y Bruno Fernandes— y, lo más importante, campeón.
El “10” dejó su nombre para la historia, aunque se le escapó la victoria para igualar al alemán Miroslav Klose como el jugador con más partidos ganados en Mundiales (17).
Sí pudo ampliar contra Francia su renta como máximo goleador argentino en este torneo, sumando 17 tantos, tres más que Gabriel Batistuta (10).
En su quinta edición, dando al menos una asistencia en todas, el único que lo logró, desde Alemania 2006 hasta Catar 2022 (un hecho sólo al alcance del portugués Cristiano Ronaldo, los mexicanos Andrés Guardado, Guillermo Ochoa, Rafa Márquez y Antonio Carbajal, el italiano Gianluigi Buffon y el alemán Lothar Matthäus), alcanzó los 26 choques en la fase final del torneo, uno más que Matthäus. Y es el futbolista que más minutos ha disputado en la competición.
Por esto, junto a los innumerables detalles de futbolista inigualable, la palabra Mundial siempre irá ligada al nombre de Leo Messi. Y también el de la Albiceleste.
Ya no hay duda. Messi le dio un Mundial a Argentina y sus números globales son inalcanzables a día de hoy.
Más números del capitán albiceleste
Messi es el goleador más joven de la Albiceleste en un Mundial, también el que debutó más pronto, cuando coincidieron ambas marcas a sus 18 años y 357 días frente a Serbia y Montenegro el 16 de junio de 2006.
172 partidos desde entonces. Nadie ha sido más veces titular (156) y nadie ha marcado más goles (98).
Ahora, tras lograr su último gran objetivo, la continuidad de Leo Messi en la Albiceleste está en el aire. La próxima Copa América está a año y medio vista, y para el comienzo del siguiente Mundial faltan tres años y medio.
Objetivos lejanos en los que, a buen seguro, todavía no ha pensado un Leo Messi que a los 35 años dejó ayer otra huella imborrable en la historia del fútbol.