La primera leyenda del fútbol mundial
La velocidad de sus remates, dribles, técnica, fueron para quitarse el sombrero. Habilidoso con los dos pies, potente marcando de cabeza como nadie en su momento a pesar de sus modestos 1,72 m, su figura permitió que el fútbol brasileño se convirtiera en el “fútbol samba” aclamado en todo el mundo.
“O Rei” logró tres títulos mundiales con la selección de Brasil (1958-1962-1970), récord para un futbolista. Antes de Catar-2022 era el máximo artillero de la Seleção (77 goles en 92 juegos), ahora ese honor lo comparte con el astro Neymar.
También es el máximo goleador del Santos (1.091 anotaciones en 1.116 cotejos), con el que conquistó dos Copas Libertadores y dos Intercontinentales en 18 años. “Eres el mejor de todos los tiempos”, le dijo alguna vez el alemán Franz Beckenbauer, compañero en el Cosmos de Nueva York, donde cerró su carrera entre 1975 y 1977.
Nacido el 23 de octubre de 1940 en un hogar pobre de la ciudad de Tres Coraçoes, en el estado de Minas Gerais (sureste), de niño fue a vivir con sus padres en Bauru (interior de Sao Paulo) y vendió cacahuetes en las calles.
Comenzó a jugar fútbol cuando era un infante y a los 16 años firmó contrato profesional con Santos, donde consolidó su carrera, hasta su pase al Cosmos por 7 millones de dólares, un récord en la época.
Su fútbol le dio fama mundial y con ello conoció personalidades políticas, artísticas y de negocios. Su cercanía con el poder y su tenue apoyo a la causa antirracista le acarrearon críticas a lo largo de su vida.